El consejero delegado de British Petroleum (BP), Tony Hayward, ha admitido que la petrolera no contaba con todo el equipo necesario para detener el vertido de crudo tras el accidente ocurrido el pasado abril en una plataforma del golfo de México. En unas declaraciones que publica este jueves el periódico británico Financial Times, Hayward reconoció que hay «críticas realmente justas» cuando se afirma que la compañía no estaba totalmente preparada para un vertido de petróleo en aguas profundas.
Dijo que los esfuerzos para contener el crudo en la superficie dieron «éxito» pues se mantuvo el petróleo fuera de la costa. «Después del vertido del Exxon Valdez en 1989, la industria creó la Corporación de Respuesta de Vertido Marítimo para contener el crudo en la superficie. El asunto (ahora) será crear la misma capacidad de respuesta en el fondo del mar, agregó.
Explicó que la explosión del pasado 20 de abril en una plataforma en el golfo de México fue un hecho que sucede una vez «en un millón, pero insitió en que ese riesgo tiene que ser reducido a «uno en mil millones o uno en un billón». El Financial Times agrega que el desastre del golfo le puede costar a BP 13.700 millones de libras (15.618 millones de euros) en costes de limpieza, indemnización, daños y multas, mientras que ha perjudicado mucho la posición de la empresa en Estados Unidos.