La «niña de la selva» de Camboya, que supuestamente habría vivido sola 18 años en la jungla, fue encontrada en una letrina de diez metros de profundidad tras pasar diez días desaparecida, según confirmó Héctor Rifá, el psicólogo español que la atiende. Rochom P’nhieng, que se cree que tiene 29 años, fue hallada el viernes por la tarde por un vecino que oyó sus gritos desde el fondo del pozo ciego de su casa en el que la mujer estaba atrapada y cubierta hasta el pecho por excrementos.
«Estaba pálida y asustada, dijo Rifá, director del proyecto de Psicólogos Sin Fronteras-ONGD (PSF) que se encarga de la reinserción social de la mujer. El hombre que asegura ser su padre, Sal Lou, dijo que varios vecinos acudieron al rescate de la mujer. «Los vecinos sacaron a mi hija del lavabo y luego la limpiaron, dijo el hombre al periódico Phnom Penh Post.
Desde entonces Rochom se encuentra en el hospital de Banlung, capital de la provincia de Ratanakiri, al noreste del país, donde se recupera. «Ya muestra buen color y, lo mas importante, sonríe de nuevo a nuestro equipo que regularmente la visita, aseguró Rifá. Se desconoce por qué la mujer cayó en la letrina, cuya apertura está cubierta por unas maderas, aunque los días previos a su desaparición había sufrido fuertes diarreas.
Rochom desapareció el 25 de mayo de la casa de Oyadav en la que vive con la que dice ser su familia desde que fue encontrada en enero de 2007 cuando intentaba robar la comida de unos cazadores. Según la familia, la mujer es la hija que se perdió en 1989 a la edad de siete años mientras cuidaba unos búfalos de agua.
Desde que PSF inició el tratamiento psicológico en noviembre de 2008, la chica había avanzado en su proceso de reinserción, aprendiendo a decir algunas palabras y a lavarse y vestirse sola. A raíz de la desaparición, la tercera desde que se reintegró con su familia, PSF ha decidido acogerla temporalmente en el Centro de Formación de Mujeres Indígenas que el Ministerio de la Mujer y la ONG coordinan en Banlung.
«Allí la chica podrá observar, experimentar y copiar comportamientos sociales de sus compañeras, que a buen seguro será un necesario complemento a la estimulación que recibe en la familia y en las sesiones de asistencia, dijo Rifá. TRI