Estados Unidos rechazó este miércoles el reciente acuerdo nuclear negociado entre Brasil, Turquía e Irán sobre el traslado de uranio enriquecido iraní al exterior, al considerarlo «no realista» en sus plazos y condiciones técnicas. Así lo anunció el embajador de EEUU ante el OIEA, Glynn Davies, durante su intervención en el pleno de la Junta de Gobernadores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en Viena.
El acuerdo trilateral, firmado a mediados de mayo en Teherán, «no tiene en cuenta el hecho de que Irán no cumple con sus obligaciones de no proliferación (nuclear), sentenció el diplomático, pocas horas antes de que el Consejo de Seguridad de la ONU vote en Nueva York sobre una nueva ronda de sanciones contra Irán.
El acuerdo preveía el envío de 1.200 kilos de uranio enriquecido iraní a Turquía, a cambio de entregarle a Irán en cuestión de un año el combustible para un reactor científico en Teherán. Ese combustible iba a producirse en Francia, en base a tecnología estadounidense, con el apoyo de Rusia, que iba a realizar la conversión previa del uranio. «(El acuerdo) expone unos plazos no realistas para el envío del combustible al insistir en un año, cuando eso está claramente fuera del alcance técnico de cualquier país, aseguró Davies.
La propuesta fue lanzada inicialmente en octubre pasado por el anterior director general del OIEA, Mohamed El Baradei. Entonces, la idea era crear confianza entre las partes para poder negociar con Irán bajo menos presión una solución dialogada al contencioso nuclear con la República Islámica. Y es que al enviar esos 1.200 kilos de uranio enriquecido al exterior, Irán se quedaba con unos pocos cientos de kilos de ese material, con lo que la comunidad internacional podía estar segura de que no iba a construir un arma nuclear.
Sin embargo, Davis destacó este miércoles que el nuevo acuerdo «deja a Irán con reservas sustanciales (de uranio), lo que reduce el valor de creación de confianza que tenía la propuesta original». Ocho meses después de la oferta inicial, enviando esa misma cantidad de uranio al exterior, Irán tendría casi 1.250 kilos de uranio en su territorio, teóricamente suficiente para fabricar una bomba.
El acuerdo trilateral «no ofrece medidas alternativas que aseguren el elemento de creación de confianza, concluyó el diplomático estadounidense.
El reactor científico de Teherán necesita un combustible nuclear especial con uranio enriquecido hasta el 20 por ciento, por lo que Irán ha iniciado el enriquecimiento hasta esos niveles, lo que ha causado preocupación entre las grandes potencias.
Estados Unidos y la UE acusan a Irán de querer hacerse con los conocimientos y materiales nucleares para una bomba atómica, bajo el pretexto de un programa nuclear civil, algo que Teherán rechaza.