Al menos 191 personas murieron en los enfrentamientos étnicos que estallaron el pasado día 11 en el sur de Kirguizistán, según el nuevo recuento provisional de víctimas ofrecido este jueves por el Ministerio de Sanidad de esa antigua república soviética en Asia Central.
«Esta mañana, el número de muertos confirmados en sur del país ascendía a 191 personas. Un total de 1.971 heridos, de los cuales 957 fueron ingresados, han recibido asistencia médica, declaró a la agencia rusa RIA-Nóvosti la portavoz de Sanidad, Bayalinova.
Los choques entre kirguises y uzbekos comenzaron en Osh, la segunda ciudad de Kirguizistán, la madrugada del viernes pasado y luego se propagaron a la vecina Jalal-Abad, pese al estado de excepción decretado por el Gobierno provisional kirguís.
Los enfrentamientos en el sur de Kirguizistán, que se acompañaron de saqueos, violaciones, incendios de viviendas, comercios y automóviles, provocaron la huida de un centenar de miles de ciudadanos kirguises de etnia uzbeka al vecino Uzbekistán.
La presidente interina de Kirguizistán, Rosa Otunbáyeva, ha admitido que el número de víctimas mortales podría ser «varias veces superior» a la cifra que ofrece el Ministerio de Sanidad, ya que la tradición local es enterrar inmediatamente a los difuntos sin certificar su muerte en el hospital.
Kirguizistán guarda hoy el segundo de los tres días de duelo nacional decretado por el Gobierno provisional en memoria de las víctimas de los enfrentamientos étnicos.
Las autoridades kirguises han denunciado que la ola de violencia fue provocada por allegados del depuesto presidente Kurmanbek Bakíev, refugiado en Bielorrusia y cuya extradición reclaman.