Las fuertes lluvias e inundaciones que afectan al sur de China desde hace una semana han dejado hasta este domingo 132 muertos, 86 desaparecidos y 10 millones de afectados, según los últimos informes de los ministerios de Asuntos Civiles y de Recursos del Agua.
Casi un millón de personas han tenido que ser evacuadas y realojadas en las nueve provincias y regiones afectadas por las lluvias, inundaciones y avalanchas de barro, en su mayoría ubicadas en torno a los ríos Yangtsé y Perla.
Las pérdidas económicas directas se cifran en unos 2.000 millones de dólares, ya que las crecidas han dañado o destruido 155.000 viviendas y medio millón de hectáreas de cultivos, apuntan estas fuentes.
Las provincias y regiones más afectadas son las de Fujian, Zhejiang, Cantón, Hunan, Jiangxi, Guangxi, Guizhou y Sichuan, donde los equipos de rescate han tenido que hacer uso de helicópteros para salvar a los residentes que han quedado aislados por las aguas.
El transporte ferroviario se ha visto afectado en estas zonas y en metrópolis como la de Shanghái, en el este del país, donde más de 20.000 pasajeros han quedado varados debido a la interrupción de los servicios.
Alerta por desastres meteorológicos
El Centro Nacional de Meteorología anunció este domingo que las lluvias continuarán en las zonas afectados durante al menos dos días más, por lo que ha elevado hasta el máximo el nivel nacional de alerta por desastres meteorológicos.
El sur de China se ve afectado entre mayo y septiembre por el monzón asiático, pero este año las lluvias y crecidas fluviales están siendo especialmente violentas, con destrucción de embalses y carreteras.
Coinciden, además, con una de las más graves sequías que se recuerdan en varias zonas de algunas de estas provincias, como Yunnan, Guizhou y Guangxi, donde millones de personas están afectadas por la falta de agua potable y se han perdido 5 millones de hectáreas de cultivos.