Una vez más otra historia para no dormir. Debe ser que la saga ‘Crepúsculo’, tan de moda ahora, saca el ser más oscuro que tenemos dentro, aunque ni en las peores pesadillas de las personas (¿normales?) encontramos capítulos tan macabros como el de Jean Stevens. Stevens es una anciana de 91 años que reside en Wyalusing, Pensilvanya (EEUU). El año pasado, ni corta ni perezosa, salió de casa camino al cementerio a desenterrar el cuerpo de su hermana, fallecida el año pasado y llevárselo a su casa. Lo más curioso es que por si no sobraba con un muerto, Jeans hizo lo mismo hace diez años con su marido fallecido, lo desenterró y lo llevó de vuelta a dónde consideraba que debía estar. La policía sospecha que hay una tercera persona que le ayudó a hacerlo.
La mujer no pudo afrontar la pérdida de sus seres queridos, aunque los cuerpos tampoco el paso del tiempo. Los agentes hallaron los restos del marido de Jean en el garaje de su casa, mientras el de su fallecida hermana estaba cual esfinge en el salón.
Ahora el fiscal del distrito del Condado de Bradford ha sentenciado que la anciana puede mantener los cuerpos en un cripta dentro de su casa.