Los robots submarinos operados por BP pusieron este martes una nueva campana de contención sobre el origen del vertido en el Golfo de México, con la que la compañía pretende capturar todo el petróleo que se escapa al mar.
Imágenes transmitidas en directo por la compañía mostraron la colocación sobre la tubería abierta del aparato, de más de 5 metros de altura y casi 70 toneladas de peso, que consta de una serie de válvulas y tubos diseñados para controlar el flujo de petróleo.
La empresa había retirado el sábado la antigua campana, que capturaba sólo parte de ese flujo, y desde ese día el crudo se derramaba libremente al mar.
El nuevo aparato se ajusta más estrechamente a la cañería de donde manan los hidrocarburos. BP pretende cerrar sus válvulas progresivamente para detener el escape, pero si lo necesita podrá también canalizar el petróleo a barcos en la superficie.
El Gobierno estadounidense calcula que del yacimiento salen entre 35.000 y 60.000 barriles de petróleo al día, pero gracias a la nueva campana y al uso de un buque adicional, el Helix Producer, que comenzó a operar este martes, la empresa podrá capturar un máximo de 80.000 barriles por día.
La compañía llevará a cabo una prueba el martes por la mañana, durante la cual cerrará algunas de las válvulas de la nueva campana para medir la presión en el pozo, según explicó este martes en un comunicado Thad Allen, responsable de la coordinación de la respuesta al vertido por parte del Gobierno de EE.UU.
Si la presión es muy baja podría haber otra fuga en el sistema, mientras que si es muy alta, existe el peligro de que se provoquen más daños al pozo.
Allen afirmó que el Gobierno parará la prueba, que se espera que dure entre 6 y 48 horas, o incluso más, «si el riesgo de ocasionar daños adicionales es significativo».
BP dijo este martes en un comunicado que «se espera, aunque no está garantizado, que no se libere petróleo al océano durante la duración de la prueba. Eso no será, sin embargo, una indicación de que el flujo del pozo se ha detenido permanentemente».
La compañía había recibido el viernes el visto bueno del Gobierno a la operación, para aprovechar unos días de buen tiempo tras un período de mar agitado que había dificultado las actividades de recogida del crudo.
La nueva campana es una medida temporal para contener el vertido, que se inició el 20 de abril, pero la solución permanente llegará cuando uno o los dos pozos alternativos que perfora BP lleguen al conducto original por el que sale el crudo, lo que se prevé que ocurra a mediados de agosto.
La compañía introducirá por ellos lodo pesado y cemento para sellar el pozo Macondo, cuyos hidrocarburos provocaron la explosión, por causas aún no determinadas, y posterior hundimiento de la plataforma petrolera «Deepwater Horizon», gestionada por BP, un accidente en el que murieron 11 personas.
este martes el Gobierno de Estados Unidos presentó una nueva moratoria para paralizar las exploraciones petrolíferas y de gas en aguas profundas.
La medida pretende proteger a las «comunidades, las costas y la vida salvaje», mientras que las compañías de gas y petróleo toman medidas para reducir los riesgos de otros accidentes.
La prohibición estará en principio en vigor hasta el 30 de noviembre de este año, a no ser que los tribunales la deroguen.
La Casa Blanca ya anunció una prohibición de seis meses el 27 de mayo, pero un juez federal bloqueó la medida el mes pasado al determinar que se trataba de una acción arbitraria.