El presidente de México, Felipe Calderón, quien asumió el poder hace casi cuatro años, cambió ayer por tercera ocasión al titular del ministerio del Interior y sustituyó al ministro de Economía, cuando aún le restan dos años de Gobierno.
El mandatario anunció en un mensaje televisado la renuncia de Fernando Gómez Mont de la Secretaría de Gobernación (Ministerio del Interior), quien había asumido el cargo el 10 de noviembre de 2008 tras la trágica muerte de su antecesor Juan Camilo Mouriño en un accidente aéreo.
El nuevo ministro designado por Calderón es el abogado José Francisco Blake Mora, quien era secretario de Gobierno del estado de Baja California y ha sido diputado local y federal por el Partido Acción Nacional (PAN), al que pertenece el mandatario.
De él, Calderón destacó su labor como funcionario de Baja California para hacer frente «de manera decidida al problema de la violencia y al crimen organizado» en ese estado, fronterizo con Estados Unidos.
Además, el presidente anunció el relevo de Gerardo Ruiz Mateos, que se desempeñaba como ministro de Economía desde el 6 de agosto de 2008, y a quien nombró jefe de la Oficina de la Presidencia en lugar de Patricia Flores.
Como nuevo ministro de Economía, el mandatario designó a Bruno Ferrari, quien se convierte en el tercer titular de esa cartera en el Gobierno de Calderón.
Ferrari era hasta hoy titular de ProMéxico, organismo del Gobierno federal encargado de apoyar la exportación de empresas establecidas en el país y alentar la inversión extranjera directa a México.
La salida del ministro Gómez Mont estuvo precedida por fuertes diferencias con los líderes del gobernante PAN en torno a las alianzas electorales con el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD).
En este choque político, Gómez Mont terminó por renunciar a su militancia al PAN, el partido del presidente Calderón, pero se mantuvo como ministro hasta este miércoles en que el mandatario anunció su salida.
También se vio envuelto en una polémica con los defensores de los derechos humanos, a los que llamó «tontos útiles» al narcotráfico.
Blake, de quien columnistas dicen que es amigo del Presidente, se convierte en el cuarto responsable de la política Interior del gabinete de Calderón.
El nuevo ministro habrá de encarar una difícil situación provocada por guerras intestinas entre grupos del crimen organizado, particularmente entre carteles de las drogas.
Desde que Calderón asumió en diciembre de 2006 el poder estableció como estrategia un combate frontal contra el crimen organizado con el envío de 45.000 soldados y 20.000 agentes federales a los lugares más conflictivos del país.
Esta guerra se ha saldado durante estos cuatro años con unas 25.000 muertes atribuidas a los grupos mafiosos, según las autoridades mexicanas.