Un llamativo silencio del presidente Raúl Castro marcó la celebración del Día de la Rebeldía Nacional de Cuba y frustró las expectativas sobre posibles anuncios de reformas estructurales para el país.
El general Castro, vestido de uniforme militar, acudió a la ciudad central de Santa Clara para encabezar una nueva edición del 26 de julio, fecha clave en el calendario revolucionario cubano que conmemora el fallido asalto liderado por Fidel Castro contra el cuartel de Moncada.
Como ha ocurrido en años pasados, el discurso del presidente de Cuba se esperaba con expectación ante la posibilidad de que anunciara reformas estructurales para aliviar la crítica situación económica del país.
Sorprendentemente, Raúl Castro no se dirigió en esta ocasión a sus compatriotas y se limitó a entregar unos diplomas de reconocimiento a representantes de distintas provincias del país.
Fue el vicepresidente primero de Cuba, José Ramón Machado Ventura, quien pronunció las palabras centrales del acto, en las que pareció justificar la situación con el argumento de que el orador iba a ser el presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
Explicó también que el Partido Comunista Cubano decidió dedicar este 26 de julio de 2010 al aniversario del natalicio de Simón Bolívar y al bicentenario de las independencias americanas.
Sin embargo, Chávez suspendió el domingo su visita a Cuba «ante la posibilidad de una agresión armada desde Colombia».Así, los cubanos se quedaron hoy sin discurso de su presidente, sin la presencia de Chávez y también sin la de Fidel Castro, al que muchos esperaban en Santa Clara después de verle vestido con camisa verde olivo el pasado sábado, aunque oficialmente no se había informado de esta posibilidad.
A Fidel se refirió en su discurso el vicepresidente Machado Ventura para destacar que su «visible recuperación» ha sido motivo de «profunda alegría para los cubanos».
«Está presente y combatiendo en este día que tanto significa para él, y para todos nosotros», dijo. También se quedaron los cubanos sin escuchar novedades sobre el proceso de reformas económicas prometidas por Raúl Castro, que en 2006 asumió de forma interina la presidencia de la isla por la enfermedad de su hermano Fidel y que fue ratificado en el cargo en 2008.
Tras su mutismo en el 26 de julio de este año, ahora las expectativas sobre esos anuncios se centran en la reunión de la Asamblea Nacional del próximo domingo 1 de agosto (la primera de las dos que el parlamento cubano celebra al año) donde está previsto analizar la liquidación del presupuesto de 2009, entre otros temas económicos y administrativos.
En el discurso de Machado Ventura volvió a insistir en los mensajes sobre la prioridad que tiene la «batalla económica» para superar la situación de crisis, así como en la necesidad de ahorro, y de reducir gastos y de racionalizar fuerzas y recursos.
Pero también resaltó que Cuba continuará tomando decisiones para superar las «deficiencias» del país a su ritmo, sin «improvisaciones», sin «soluciones populistas» y sin conducirse «por campañas de la prensa extranjera».
Durante el evento celebrado hoy en el mausoleo al Che Guevara, el vicepresidente Machado Ventura expresó también la «inquebrantable solidaridad» de Cuba con Venezuela, país que «tiene todo el derecho a defenderse».
«(Venezuela) contará siempre con el firme respaldo del pueblo cubano», manifestó el vicepresidente, que intervino precedido de un discurso del ministro de Energía Eléctrica venezolano, Alí Rodríguez.
Unas 90.000 personas, según medios oficiales, asistieron en Santa Clara al acto central del 26 de julio.En esa fecha, en el año 1953, Fidel Castro, entonces un joven abogado, encabezó una fallida acción armada contra el dictador Fulgencio Batista con el asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, dando inicio al proceso que concluyó el 1 de enero de 1959 con el triunfo de la revolución y su ascenso al poder.