La respuesta del Ejército israelí al ataque a sus fuerzas ayer en la frontera con El Líbano fue «medida, correcta e inmediata, aseguró hoy el ministro de Defensa israelí, Ehud Barak.
En una entrevista con «Radio Israel» el titular de Defensa descartó que el grupo chií Hizbulá tuviese relación con el enfrentamiento armado y señaló que, aparentemente, no había sido planificado con antelación, informó el diario «Jerusalem Post» en su edición digital.
Israel acusa a las fuerzas libanesas de disparar sobre sus soldados cuando estos llevaban a cabo una operación rutinaria de tala de árboles en su lado de la frontera, mientras que Beirut asegura que los militares israelíes penetraron en su territorio.
La Fuerza Interina de las Naciones Unidas en el Líbano ha confirmado que las tropas israelíes se encontraban trabajando al sur de la Línea Azul (la división aceptada temporalmente por las partes), es decir, en el territorio bajo su control.
Representantes del Ejército israelí participarán esta noche en una reunión trilateral en la localidad libanesa de Nakura con representantes de la FINUL y del Ejército libanés, informaron a Efe fuentes militares.
«Le corresponde al Ejército libanés dar explicaciones sobre lo ocurrido» en ese encuentro, declaró a los medios la portavoz militar Avital Leibowitch. La reunión, convocada por el comandante jefe de la FINUL, el general español Alberto Asarta Cuevas, tiene como objeto analizar el enfrentamiento
armado, en el que murieron dos soldados y un periodista libaneses y un militar israelí y resultaron heridas quince personas. El enfrentamiento armado entre los Ejércitos de Israel y Líbano es el incidente más grave desde la guerra que libraron en el verano de 2006 el Estado judío y la milicia chií libanesa Hizbulá, en el que murieron 1.200 personas, en su mayoría civiles libaneses.