El presidente de Ruanda, Paul Kagame, ha sido reelegido para otro mandato de siete años tras haber obtenido más del 93 por ciento de los votos en las elecciones presidenciales del pasado lunes en el país y que, según los críticos, se llevaron a cabo en un clima de temor y sin una oposición genuina.
Kagame, al frente del gubernamental Frente Patriótico Ruandés (FPR), obtuvo 4.638.560 votos (93,08%); Jean Damascene Ntawukuliryayo, del Partido Social Democrático, 256.488 votos (5,15%) y Alvera Mukabaramba, del Partido para la Paz y la Concordia, 20.107 votos (0,40%), confirmó hoy la Comisión Nacional Electoral (CNE).
La participación fue del 97,51 por ciento de un padrón electoral de 5.178.492 personas registradas, según el secretario ejecutivo de la CNE, Charles Munyaneza.
«Estamos muy contentos con el proceso electoral, desde la campaña hasta la votación misma, dijo en rueda de prensa Munyaneza, quien puntualizó que la Comisión no recibió «informes de intimidación de ninguna parte».
Los resultados del escrutinio deben aun ser confirmados por el Tribunal Supremo y podrían ser promulgados el próximo viernes.
Los simpatizantes de Kagame lo alaban por los grandes avances que Ruanda ha logrado bajo su mandato en las áreas de la agricultura, la infraestructura, seguridad, educación, medioambiente empresarial y salud pública, mientras que los inversionistas y donantes de fondos lo respetan por su mano dura ante la corrupción.
El grupo de observación electoral del Commonwealth, del que Ruanda es un nuevo miembro, se manifestó satisfecho con el aspecto técnico de las elecciones, aunque recalcó que esta nación de África central necesita resolver asuntos de participación política y mayores libertades de prensa.
Tres líderes de partidos no incluidos en el gobierno de coalición ruandés no pudieron participar debido a que tienen casos pendientes con la Justicia, mientras que grupos defensores de los derechos humanos afirman que el período preelectoral estuvo marcado por la represión y la violencia contra figuras de la oposición y de la prensa.
En julio pasado un periodista fue asesinado a tiros y un político opositor fue hallado muerto, casi decapitado, en el sur del país.
El Gobierno niega tener algo que ver con estos sucesos y afirma que es «injusto» que se lo vincule con los mismos.
Los analistas políticos y diplomáticos extranjeros señalan que la disciplinada organización, los recursos financieros y la profunda presencia de base del FPR «eclipsaron» a los rivales de Kagame, todos procedentes de los partidos de la coalición gobernante.
Según Muzong Kodi, miembro del grupo Chatham House de Londres, conocido anteriormente como Instituto Real de Asuntos Internacionales, «es realmente la ‘coronación’ de Kagame, no creo que podamos llamarla una elección genuina».
«Qué elecciones son éstas, cuyos resultados son decididos meses antes de la votación mediante la manera en que se trata a la oposición y el aplastamiento de toda disensión»?, preguntó el analista.