Las autoridades ucranianas negaron este viernes que los incendios forestales amenacen la seguridad de la central nuclear de Chernóbil, escenario en 1986 de la mayor catástrofe atómica de la historia.
«Me gustaría asegurar que no se ha detectado ningún fuego en la zona de Chernóbil, con la excepción del incendio de una parcela de hierba de 500 metros cuadrados, que fue extinguido, señaló Orest Tirkevich, jefe del departamento regional del Ministerio de Situaciones de Emergencia de Ucrania.
Explicó que el incendio de la hierba «es un incidente menor, que ocurre diariamente en la región y que no tiene ningún impacto en la situación en la zona».
Greenpeace y organizaciones ecologistas locales han advertido sobre el peligro de que el fuego en las zonas afectadas por el accidente de Chernóbil desentierren la radiación y propicien que el viento la propague por otras regiones.
Al respecto, el jefe de la Agencia Atómica Rusa Rosatom, Serguéi Kirienko, negó que se hubiera registrado un aumento de los niveles de radiación en el país debido a los numerosos incendios forestales.
Los fuegos han afectado durante las últimas semanas a terrenos contaminados con sustancias radiactivas en las regiones rusas de Briansk, Kaluga, Kurgan, Tula, Oriol, Penza y Cheliabinsk, según las autoridades.
De acuerdo con el ministro ruso de Emergencias, Serguéi Shoigu, en Briansk, región fronteriza con Ucrania y Bielorrusia y la más afectada por Chernóbil, han sido sofocados todos los incendios forestales.
Las autoridades ucranianas, rusas y bielorrusas han reforzado el control sobre las regiones que resultaron más contaminadas por la nube radiactiva desprendida por Chernóbil hace casi un cuarto de siglo.
Rusia ha movilizado a miles de soldados para proteger instalaciones nucleares como el centro atómico federal de Sarov, en cuya zona aún hay varios incendios activos, según las autoridades locales.