El representante en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Christian Salazar, consideró este jueves que el atentado en Bogotá tiene el objetivo de «estorbar los mensajes conciliadores» del nuevo presidente colombiano, Juan Manuel Santos.
«Un atentado así, con una bomba de tal magnitud, busca probablemente estorbar esos mensajes conciliadores que ha habido. El nuevo presidente ha estrechado la mano a muchos sectores sociales, además del restablecimiento de relaciones con Venezuela, y por eso la bomba, explicó.
El atentado se produjo a poco de cumplirse una semana de la investidura de Santos y dos días después de la reunión con el presidente venezolano, Hugo Chávez, que concluyó con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y comerciales entre ambos países. «Por eso esa bomba, que puede meter ese mensaje de estorbar. Pero no hay que dejarlo, eso es lo que se busca, apuntó Salazar durante una concentración ante el lugar del atentado, ante el edificio de Caracol Radio y Agencia Efe, que reunió a dos centenares de personas en rechazo del terrorismo.
En todo caso, Salazar elogió la «impresionante» reacción de las autoridades y el Gobierno tras el suceso, especialmente en el apoyo a los afectados, así como la «reacción política bastante prudente, sin alimentar especulaciones sobre la autoría.
«Es importante porque esta clase de atentados busca siempre crear sobrerreacciones, provocar, y creo que mantener esa serenidad y profesionalidad es importante, señaló. Aunque el representante de la ONU en Colombia lamentó el «shock» que ha supuesto el atentado para el país, evitó considerar que este ataque aleje las posibilidades de alcanzar un diálogo con los grupos armados colombianos para lograr la paz.
«Es muy temprano para decir eso. El presidente expresó que el camino al diálogo no está cerrado, pero que se debían cumplir ciertos requisitos, como la liberación de secuestrados en el caso de las FARC. No sería de gran uso especular sobre eso ahora cuando no sabemos ni quién fue, resaltó.
En todo caso, expresó su «fuerte condena» a un atentado que causó una gran conmoción en todo el país, cuantiosos daños materiales y puso «en peligro la vida de muchas personas en una zona comercial bastante frecuentada». Precisamente, en el lugar del atentado hay un complejo formado por un edificio que alberga la sede de la emisora Caracol Radio y de la Agencia Efe, así como otras empresas, despachos de abogados y consultoras, muchas de ellas extranjeras.
«Estoy aquí también para mostrar solidaridad especialmente con todo el personal de Caracol Radio y de Efe, apuntó Salazar, que calificó de «deplorable» la situación vivida esta mañana en la capital colombiana.
808 personas afectadas
Zozobra entre la población, cuantiosos daños materiales y el rechazo generalizado dejó este jueves la explosión de un coche bomba en Bogotá contra un complejo de edificios que albergan, entre otras empresas, Caracol Radio y la Agencia Efe en Colombia.
El último balance del Sistema Distrital de Prevención y Atención de Emergencias señaló que 808 personas resultaron afectadas, en 424 viviendas se registraron daños y 36 personas resultaron heridas, aunque todas fueron dadas de alta.
La acción terrorista también causó daños en 124 locales comerciales, decenas de oficinas y en 18 vehículos. Al final del día un grupo de personas, entre ellas un significativo número de periodistas, participaron en un plantón en la plazoleta del edificio en rechazo al ataque perpetrado con una carga de 50 kilogramos de explosivo anfo.
La acción terrorista se produjo en torno a las 05.30 hora local (10.30 GMT), hora en la que las actividades cotidianas no habían comenzado y que impidió que las consecuencias de la explosión fueran mayores. El área comprende la zona financiera del norte de Bogotá, colegios, edificios, viviendas y diversos comercios a los que acuden gran cantidad de empleados, alumnos, compradores y transeúntes y es, además, una de las calles con más tránsito de vehículos de servicio público y privado.
Se desconoce la autoría del atentado
Las autoridades investigan quién puede estar detrás de este atentado y hasta el momento ningún grupo armado se ha atribuido la acción terrorista. Para cometer el atentado, los terroristas usaron un auto Chevrolet Swift 1994 de color gris que habría sido activado a través de un teléfono móvil.
La acción desestabilizadora se produjo cinco días después de la investidura de Juan Manuel Santos como presidente de Colombia, quien de inmediato se trasladó a la zona. «Como todo acto terrorista, lo que quieren es perturbar, generar miedo en la población. No lo van a lograr, todo lo contrario. Nos recuerda que no podemos bajar la guardia, el país debe estar absolutamente tranquilo, dijo Santos.
Podría ir dirigido a Radio Caracol
Las autoridades tratan de establecer ahora si el atentado estaba dirigido a amedrentar a los medios de comunicación, en particular a Caracol Radio, del español Grupo Prisa, cuyas instalaciones han sufrido destrozos.
Ni el personal de la agencia Efe en Bogotá ni sus instalaciones, situada en el conjunto afectado, sufrieron daños a causa de la potente explosión por encontrarse en la parte trasera al lugar donde explosionó el coche bomba.
En el complejo también tiene una oficina el ex presidente liberal César Gaviria y funcionan sucursales de los bancos Bancolombia y BBVA, que a su vez sufrieron desperfectos. Tras la explosión, las reacciones de condena no se hicieron esperar.
El ex candidato presidencial colombiano Gustavo Petro, del izquierdista Polo Democrático Alternativo (PDA), afirmó que el atentado busca obligar al presidente Santos a asumir la postura de su antecesor, Álvaro Uribe.
«Me atrevo a afirmar que la bomba tiene un claro objetivo, llevar al actual Gobierno a la postura del anterior, expresó Petro en un mensaje en su perfil de la red social Twitter.
Entre tanto, la Federación Colombiana de Periodistas (Fecolper) calificó la acción terrorista como un «atentado contra la libertad de expresión».
Sobre el hecho, el experto en Seguridad Nacional y profesor de la Universidad Externado de Colombia, Jairo Libreros, consideró que las FARC, acompañadas del crimen organizado, estarían detrás del ataque.
Señaló que él cree que este acto terrorista buscó enviar un mensaje claro al Gobierno del nuevo presidente Juan Manuel Santos, en el sentido de que las FARC siguen presentes.