El productor agrupecuario y opositor venezolano Franklin Brito ha fallecido en el Hospital Militar Carlos Arvelo de Caracas como consecuencia de una huelga de hambre iniciada hace varios meses para protestar contra la política de expropiaciones y nacionalizaciones desarrollada por el Gobierno de Hugo Chávez. Brito, de 49 años de edad, falleció aproximadamente a las 21.00 horas (03.30 en la España peninsular) , según informó su esposa, Elena de Brito, al diario opositor ‘El Universal‘. La mujer del fallecido explicó que los médicos del Hospital Militar Carlos Arvelo le avisaron del deceso pero no le ofrecieron detalles de su muerte que, según los medios opositores, se habría debido a un infarto.
El productor agropecuario llevaba desde el pasado 20 de agosto en estado de coma inducido en la unidad de terapia intensiva del centro médico.
Su hija Ángela explicó entonces que los médicos desconocían el tiempo que Brito podría permanecer en ese estado, pues apenas disponía de defensas y sus niveles de plaquetas eran muy bajos. Su peso era de 35 kilos, su índice de masa muscular estaba por debajo del 10% y presentaba un cuadro de hipotermia crítica.
Brito había realizado sucesivas huelgas de hambre desde el 2 de julio de 2009 en protesta por la expropiación de sus tierras, en el estado Bolívar (sur).
Unas 24 hectáreas de terreno cuya titularidad fue revocada por las autoridades en 2003 y en las que cultivaba yucas y sandías. La última huelga de hambre la había iniciado el pasado 1 de marzo, según ‘El Universal‘.
El pasado mes de diciembre las autoridades venezolanas se lo llevaron de la plaza de Caracas en la que se encontraba acampado para llevar a cabo su protesta, frente a la delegación de la Organización de Estados Americanos (OEA) y le trasladaron al Hospital Militar Carlos Arvelo.
El Gobierno había acusado a Brito de ser una persona mentalmente inestable y a la oposición de estar tratando de sacar partido de su protesta para obtener réditos políticos en las elecciones legislativas del próximo 26 de septiembre.
Las autoridades venezolanas han expropiado alrededor de 2,5 millones de hectáreas de terrenos cultivables en los últimos años.