El huracán ‘Earl’ avanza hacia la costa de Carolina del Norte como un huracán de categoría 2, luego de reducir su intensidad y presentar vientos de 165 kilómetros por hora, pero todavía es un ciclón muy peligroso, informó hoy el Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. (CNH, por su sigla en inglés).
‘Earl’ tiende a perder fuerza y esta noche el ojo del huracán pasará al este del litoral de Carolina del Norte en una zona que ha sido evacuada y se mantiene en situación de emergencia.
El CNH informó en su boletín de las 03.00 GMT del viernes que el ojo del huracán, el segundo más intenso de la actual temporada del Atlántico, se encuentra a unos 186 kilómetros al sur-sureste de Cabo Hatteras, en Carolina del Norte, y a 915 kilómetros al sur-suroeste de Nantucket (Massachusetts), en la latitud 33,8 grados norte y longitud 74,4 grados oeste.
Se desplaza hacia el norte a 30 kilómetros por hora y se pronostica un giro hacia el norte-noreste con un aumento en la velocidad de traslación el viernes. En esa trayectoria el ojo del huracán pasará cerca de las islas de Carolina del Norte en la madrugada del viernes y se aproximará al sureste de Nueva Inglaterra, donde ya se ha declarado el estado de alerta.
Los vientos huracanados se extienden a 110 kilómetros desde su centro, mientras que los vientos con fuerza de tormenta tropical tienen un alcance de 335 kilómetros. Se pronostican marejadas ciclónicas con «grandes y destructivas olas rompientes» que pueden ocasionar resacas y corrientes peligrosas.
El Centro Nacional de Huracanes de Canadá ha emitido una vigilancia de ciclón (paso del sistema en 48 horas) para Nova Escocia, desde Medway Harbur hasta Digby, y una vigilancia de tormenta tropical desde Ecum Secum hasta Medway Harbur y desde Digby hasta Fort Lawrence.
También está vigente una vigilancia de tormenta tropical en la frontera entre Canadá y Estados Unidos. Se mantiene un aviso de huracán (paso en 36 horas) para la ensenada de Bogue (Carolina del Norte) hacia el norte hasta la frontera con Virginia, incluyendo Pamlico y Alabemarle Sounds.
Permanece activada una vigilancia de huracán para el norte de la frontera de Carolina del Norte y Virginia hasta Cabo Henlopen, en Delaware, y desde Westport a Plymouth, en Massachusetts, incluyendo Marthas Vineyard y Nantucket.
Un aviso de tormenta tropical está vigente desde Cabo Fear hacia el oeste de la ensenada de Bogue y desde la frontera entre Carolina del Norte y Virginia hasta Sandy Hook, en Nueva Jersey, incluyendo el sur de Delaware Bay y la bahía Chesapeake.
Se mantiene la vigilancia de tormenta desde Sandy Hook, en New Jersey, hasta Woods Hole, en Massachusetts, incluyendo Block Island y Long Island Sound. También en la costa de Long Island, en el oeste de Nueva York, y Puerto Jefferson.
De igual modo, se mantiene la vigilancia desde el norte de Plymouth hasta el puerto este de Maine, incluida la costa de Nova Escocia, desde Puerto Maitland hasta el puerto de Medway. Mientras tanto, la tormenta ‘Fiona’ mantiene vientos máximos sostenidos de 85 kilómetros por hora.
‘Fiona’ se halla a 630 kilómetros al sur-suroeste de las Bermudas. Los meteorólogos esperan que pase cerca de ese archipiélago el viernes en la noche o en la madrugada del sábado. Se ha emitido un aviso de tormenta para las islas Bermudas.
‘Gastón’, por su parte, se transformó en una baja presión con vientos de 45 kilómetros por hora. La temporada de huracanes del Atlántico comienza el 1 de junio y finaliza el 30 de noviembre. Hasta el momento este año se han formado siete tormentas tropicales, incluyendo a ‘Gastón’, y tres huracanes, dos de ellos ‘Danielle’ y ‘Earl’, de categoría 4 en la escala Saffir-Simpson, de un máximo de cinco.
La Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos (NOAA, por su sigla en inglés) actualizó su pronóstico y vaticinó la formación de 14 a 20 tormentas y de 8 a 12 huracanes, que pueden afectar a Estados Unidos, el Caribe, Centroamérica y el Golfo de México.
Los meteorólogos vaticinaron que será una temporada «muy activa» porque, de esos huracanes, entre cuatro y seis podrían ser de gran intensidad, con vientos superiores a los 177 kilómetros por hora.