El ex presidente de Cuba Fidel Castro pidió al presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, que «deje de difamar a los judíos, en una entrevista publicado en la revista estadounidense The Atlantic.
Castro dijo que el Gobierno iraní debe entender las consecuencias de la teología antisemita «que empezó hace dos mil años, dijo Castro en una inusual entrevista concedida al periodista Jeffrey Goldberg.
«Yo no creo que nadie haya sido más injuriado que los judíos. Diría que mucho más que los musulmanes, agrega el ex mandatario cubano, que según cuenta Goldberg a pesar de su delicado estado de salud su mente sigue siendo tan aguda como siempre, tiene un alto nivel de energía y no ha perdido su típico sentido del humor.
«Han sido mucho más calumniados que los musulmanes debido a que son culpados por todo, pero nadie culpa a los musulmanes por cualquier cosa, agrega Castro, quien señala que Irán debe «entender que los judíos fueron expulsados de sus tierras, perseguidos y maltratados en todo el mundo como los que mataron a Dios».
Castro señala que durante dos mil años los judíos «han sido sometidos a terribles persecuciones y a los pogromos. Uno podría haber pensado que habría desaparecido, pero su cultura y religión los mantuvo juntos como nación».
Para Castro la existencia de los judíos ha sido mucho más dura que la de cualquier otro pueblo. «No hay nada que se pueda comparar con el Holocausto, aseguró.
El periodista le pregunta si estaría dispuesto a decirle eso al presidente iraní, que niega el Holocausto, y Castro responde: «Si estoy diciendo esto, lo puedes comunicar».
Por otro lado, señaló que entiende el temor de Irán a una agresión liderada por Israel y Estados Unidos y consideró que ni las amenazas ni las sanciones al régimen iraní podrán disuadir a Teherán de continuar su carrera para conseguir fabricar un arma nuclear.
«Este problema no se va a resolver, porque los iraníes no van a dar marcha atrás frente a las amenazas. Esa es mi opinión, dijo Castro, quien señaló que a diferencia de Cuba, Irán es un país «profundamente religioso» y consideró que los líderes religiosos son menos transigentes.
Castro también tuvo un mensaje claro para el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu: «Israel sólo tendrán seguridad si renuncia a su arsenal nuclear, y el resto de potencias nucleares del mundo sólo tendrán seguridad si, también, renuncian a su armas».
«El desarme nuclear mundial simultáneo es, por supuesto, un objetivo digno, aseguró Castro que, no obstante, reconoció que «no es un objetivo realista a corto plazo».
A su juicio, se está subestimando la capacidad de Irán de «hacer daño».
«Los hombres creen que tienen control de sí mismos, pero (el presidente de EE.UU., Barack) Obama puede reaccionar de forma inesperada y una gradual escalada (dialéctica) puede acabar en una guerra nuclear, dijo haciendo referencia a la crisis de los misiles de 1962.
Esta es la primera de una serie de entrevistas que publicará Goldberg en The Atlantic de las más de cinco horas de conversaciones que mantuvo con Castro.
Desde que se retiró en 2006 como consecuencia de una grave enfermedad intestinal que le obligó a delegar la Presidencia de Cuba en su hermano Raúl, el ex mandatario, de 84 años, ha hecho pocas apariciones públicas y ha concedido contadas entrevistas.
Una de ellas fue con Goldberg y la académica Julia Sweig, del Consejo sobre Relaciones Exteriores (CFR), que acompañó al periodista en su viaje a La Habana, y Castro llevó a sus invitados al Acuario para que asistieran a un espectáculo de delfines.
La primera entrevista que concedió Castro a un medio impreso extranjero desde su reaparición pública a inicios de julio fue al diario mexicano La Jornada, que la publicó a finales de agosto.