El pastor Terry Jones declaró este miércoles que el plan de quemar coranes seguía en pie pese a la condena internacional de su gesto. Agentes como la OTAN, el Vaticano o la Unión Europea se han unido en su condena unilateral a los planes de Jones.
Por su parte, la Casa Blanca mostró este miércoles su preocupación por los planes de quemar copias del Corán el próximo sábado, porque podría tener efectos negativos sobre las tropas que luchan en Afganistán.
Robert Gibbs, portavoz de la Casa Blanca, coincidió con lo afirmado por el general David Petraeus, jefe de las tropas de EEUU en Afganistán, quien dijo que la iniciativa de esta iglesia podría desencadenar represalias contra las tropas desplegadas en ese país.
«Como dijo Petraeus, pone nuestras tropas en peligro y por tanto, supone un motivo de preocupación para este Gobierno, dijo el portavoz.
Gibbs dijo desconocer si algún miembro del Ejecutivo se ha puesto en contacto con el pastor de esta iglesia para que pare esta iniciativa.
Igualmente, Hillary Clinton, secretaria de Estado norteamericana, calificó de «vergonzoso» el proyecto de Jones y aseguró que le reconfortaba «saber que líderes religiosos de distintas creencias consideran el acto irrespetuoso».
El islám es el Demonio
Terry Jones, que hasta hace unos días tenía una congregación de unas 20 personas, aseguró haber recibido más de 100 amenazas de muerte desde que hizo pública su campaña anti islámica, denominada «Día Internacional de la Quema del Corán».
Este miércoles el pastor, autor de un libro titulado «El islám es el demonio, declaró en rueda de prensa que no pensaba echarse atrás y que seguiría adelante con su propuesta ya que «tenemos que mandar un mensaje claro a los islamistas radicales».
La iglesia de Jones, el Dove Outreach Center, está ubicada en la ciudad de Gainesville, localidad que acoge a la Universidad de Florida y es considerada como una ciudad liberal.