Las autoridades iraníes pusieron este martes en libertad bajo fianza de medio millón de dólares a la ciudadana norteamericana Sarah Shourd, quien ya puede salir de Irán pero debe presentarse ante la justicia iraní en caso de ser convocada. El fiscal general de Teherán, Abbas Jafari Dolatabadi, decidió la liberación de la norteamericana después de que fuera depositada la cantidad determinada por la justicia, según informaron este martes fuentes iraníes. Dolatabadi añadió que Shourd no tiene prohibido salir de Irán pero debe presentarse ante la justicia iraní en caso de ser convocada.
Según el responsable judicial iraní la liberación de Shourd ha obedecido a un indulto de acuerdo con la ley islámica y teniendo en cuenta el mal estado de salud en que se encuentra la ciudadana norteamericana. El abogado defensor de Shourd, Masoud Shafii, dijo por su parte que su cliente ya ha sido liberada de la cárcel «Evin» de Teherán.
«Mi cliente no tiene prohibición alguna para salir del país, dijo Shafii en declaraciones a la agencia Isna al añadir que Shourd ya se encuentra en la embajada de Suiza, que lleva los intereses de EEUU en Teherán. Shourd, de 31 años, fue detenida junto a sus compañeros Shane Bauer y Josh Fattal, ambos de 27 años, el 31 de julio de 2009 cuando, según ellos, hacían senderismo en el Kurdistán iraquí y entraron por error en territorio de Irán.
Las autoridades iraníes acusaron a los detenidos de haber entrado de forma ilegal en territorio iraní para cometer actos de espionaje. La justicia iraní ha decidido, sin embargo, mantener detenidos a los otros dos norteamericanos durante los próximos dos meses, según Isna. El Gobierno de Irán anunció el jueves pasado la liberación de uno de los detenidos con motivo de la celebración de la fiesta del fin del Ramadán, el 11 de septiembre.
Sin embargo, la liberación de esa persona, cuya identidad no fue revelada aquel entonces, fue posteriormente cancelada. En medio de la confusión, el fiscal general de Teherán informó el pasado sábado de que Shourd podía ser liberada tras depositar una fianza de 500.000 dólares. «En el caso judicial de los tres ciudadanos norteamericanos hay suficientes razones (que muestran) su espionaje, agregó Dolatabadi, quien indicó que «los tres norteamericanos no han confesado ser espías pero tenían en su poder materiales y documentos que muestran que su presencia en Irak e Irán no era sólo por motivos de ocio».
La liberación de Shourd se produce a los tres meses de la del científico nuclear iraní Shahram Amiri por las autoridades norteamericanas, aunque el responsable judicial iraní ha rechazado cualquier vinculación entre ambas actuaciones.
Esta misma postura la había defendido anteriormente el portavoz del ministerio iraní de Asuntos Exteriores, Ramin Mehmanparast, quien subrayó que el poder judicial en Irán actúa «de forma independiente». Shahram Amiri desapareció el junio de 2009 durante un viaje de peregrinación a Arabia Saudi y fue trasladado a EEUU donde permaneció durante 14 meses.
Las autoridades iraníes acusaron desde el principio a los servicios secretos saudíes y norteamericanos por lo que consideraron el secuestro de Amiri, mientras que Washington afirmó que el científico pidió asilo en EEUU y al entrar libremente en este país también podía salir libremente. Irán y EEUU no tienen relaciones diplomáticas desde el triunfo de la Revolución Islámica liderada por el ayatolá Ruhola Jomeini en 1979 cuando un grupo de estudiantes pro jomeinistas asaltaron la embajada norteamericana en Teherán y tomaron como rehenes a medio centenar de diplomáticos durante 444 días.