El presidente del Consejo Europeo, el belga Herman Van Rompuy, abrió este jueves la cumbre de líderes de la Unión Europea (UE) con un debate sobre la necesidad de reforzar el papel de Europa en el mundo.
«Hoy tenemos dos grandes cuestiones que tratar: asuntos exteriores y economía, dijo Van Rompuy en la apertura de la sesión.
Van Rompuy recordó que en los seis meses que lleva en el cargo, los máximos dirigentes europeos se han ocupado casi exclusivamente de la crisis financiera «con resultados convincentes».
«La confianza ha sido restaurada y el crecimiento económico vuelve; la reforma de la reglamentación bancaria se pondrá pronto en en marcha, pero, añadió, «tenemos que hacer más para salvaguardar el crecimiento y los empleos».
Está previsto que los Veintisiete -entre ellos tres nuevos gobernantes recién elegidos: las primeras ministras de Finlandia y Eslovaquia, y el primer ministro checo- , revisen durante el almuerzo las reformas económicas en marcha.
En el borrador de conclusiones que será aprobado en esta cumbre, de un solo día, se afirma que «una economía fuerte y la cohesión interior reforzarán la capacidad de la Unión para proyectar su influencia en el mundo».