En el segundo día de su visita pastoral y de Estado al Reino Unido, el Papa Benedicto XVI pronuncia su discurso más político en el lugar donde Tomás Moro fue condenado a muerte en 1535 por no renunciar su fe católica.
Acusado de alta traición por no prestar el juramento antipapista ni aceptar el Acta de Supremacía, por la que se reconocía al rey como única cabeza de la Iglesia en tierras inglesas, Moro, pensador, teólogo y humanista además de canciller de Enrique VIII, sería decapitado en julio de aquel año y canonizado en el siglo XX por la Iglesia católica.
En el lugar de la condena, la llamada Westminster Hall, la parte más antigua del Parlamento británico, construida en estilo gótico en el siglo XI, el Papa se dirigirá a una amplia representación del mundo político y eclesiástico con presencia de miembros de las Cámaras de los Comunes y los Lores, ex primeros ministros y líderes religiosos.
Por la tarde, Benedicto XVI asistirá a un servicio religioso en la Abadía de Westminster, lo que constituye una novedad pues será la primera vez que un Pontífice visite el más importante templo del anglicanismo, donde han sido coronados la mayoría de los monarcas ingleses desde 1066, incluido Enrique VIII, el rey que rompió con el Vaticano y se proclamó cabeza de la Iglesia del país.
«Será un momento histórico, ha dicho al respecto el arzobispo Vincent Nichols, arzobispo de Westminster y presidente de la conferencia episcopal de Inglaterra y Gales. «El Santo Padre rezará junto al arzobispo de Canterbury (primado anglicano) a la tumba de San Eduardo el Confesor».
El propio Nichols asistirá a ese servicio religioso, al igual que lo harán su colega anglicano John Sentamu, arzobispo de York, y líderes religiosos de otras denominaciones.
También tiene previsto rezar por la paz ante la tumba del Soldado Desconocido antes de regresar a la Nunciatura Apostólica. Mañana sábado, el Papa se verá por primera vez con el primer ministro británico, el conservador David Cameron, antes de oficiar misa en la catedral de Westminster, donde pronunciará una homilía y saludará al pueblo de Gales.
Por la tarde se celebrará una vigilia de oración en el londinense parque de Hyde Park, a la que se prevé que asistan 85.000 personas y a la que Benedicto XVI acudirá en el «papamóvil».
Será el último gran activo masivo antes de la ceremonia central del viaje, la beatificación durante la misa del domingo por la mañana en Birmingham, del cardenal John Henry Newman, un converso del anglicanismo fallecido en 1890.