La comisaria europea de Justicia, Viviane Reding, ha asegurado este martes que la polémica con Francia a propósito de la expulsiones de gitanos, lejos de debilitarla políticamente, la ha «reforzado» dentro del Ejecutivo de la UE.
«Creo que todo esto me ha reforzado» ha respondido la comisaria de forma rotunda a una pregunta al respecto que se le ha formulado en una rueda de prensa, en la que ha insistido en la importancia de la defensa de los valores en los que se basa la Unión Europea.
Reding desató la semana pasada una fuerte polémica en el seno de la UE y en especial con Francia al criticar las expulsiones de gitanos de territorio francés y declarar que «nunca pensé que tuviese que volver a ver una situación de este tipo en Europa desde la Segunda Guerra Mundial».
En su comparecencia de este martes ante los medios, Reding ha presentado nuevas iniciativas para promover la igualdad de género en la UE y ha dejado entrever que su condición de mujer podría haber intensificado las criticas recibidas y el revuelo causado. «Cuando un hombre da un golpe en la mesa es un gesto de masculinidad, pero cuando lo hace una mujer se la considera una histérica, ha comentado.
La comisaria ha dicho que espera que la polémica haya servido al menos para centrar la atención en «un problema que afecta a 10 millones de ciudadanos europeos» y para que se dé con una solución de una vez, de manera que la próxima generación «no lo herede» el problema.
Reding ha negado haber hecho una comparación directa entre las medidas tomadas por Francia y la persecución de los judíos durante Segunda Guerra Mundial.
«No me referí a ninguna etnia ni grupo religioso en concreto, ha asegurado.
Pero ha insistido en que su impresión es que los gitanos están siendo expulsados de Francia por pertenecer a una minoría étnica, y no porque tal o cual individuo haya cometido un delito.
«Aunque lamentablemente algunos malinterpretaron mis palabras, seguiré luchando por que nunca más un grupo sea deportado por razón de su etnia, ha afirmado la comisaria.
«La UE somos valores, 500 millones de europeos con los mismos valores» ha indicado, tras recordar que una de las funciones de la CE es vigilar el respeto y cumplimiento de los tratados.
Y en el Tratado de Lisboa, ha argumentado, figura la Carta de Derechos Fundamentales que prohíbe explícitamente las deportaciones.
Reding ha explicado que la historia de su país, Luxemburgo, explica la carga emocional de sus palabras a propósito de la Segunda Guerra Mundial.
El Gran Ducado sufrió la ocupación alemana desde el principio de la guerra, fue considerado por el régimen nazi como territorio nacional y anexionado al Tercer Reich.
Reding ha insinuado que en la próxima reunión del colegio de comisarios, dentro de una semana, se debatirá si la Comisión Europea abre un expediente a Francia por las expulsiones de gitanos.
Pero ha precisado que la inclusión del asunto en la agenda es sólo potestad del presidente de la CE, José Manuel Durão Barroso.
La comisaria ha avanzado que promoverá una reunión, en Bucarest, para tratar la integración de los romaníes, durante la próxima presidencia semestral húngara de la UE, como la que ya impulsó España en Córdoba el pasado mes de abril.