El primer ministro chino, Wen Jiabao, ha exigido a las autoridades japonesas ante miembros de la comunidad chino-estadounidense que libere «inmediatamente y sin condiciones» al capitán del pesquero chino que retienen, informó hoy la agencia oficial Xinhua.
«Si Japón continúa en su error, China tomará nuevas medidas, y la parte japonesa tendrá que soportar todas las consecuencias que deriven de ello, advirtió Wen en Nueva York, durante un encuentro con representantes de la gran comunidad emigrante china de EEUU.
Wen aseguró que China y Japón han vivido «una mejora» en los últimos años (después de décadas de roces por problemas históricos), pero que el buen momento «está sufriendo un grave daño y Japón es el único responsable» debido al cautiverio del capitán Zhang Qixiong.
Por ello, añadió, China ha exigido a Japón que «corrija rápidamente su error» para que las relaciones diplomáticas vuelvan a la normalidad.
El jefe de Gobierno chino, que se encuentra en la Gran Manzana para asistir a la Asamblea General de las Naciones Unidas, destacó que Japón está cometiendo un acto «ilegal e injustificable» al detener al capitán y negarse a liberarlo.
El pasado domingo, 19 de septiembre, los tribunales japoneses autorizaron a aumentar en diez días la detención del capitán, hasta el 29 de este mes, pese a que un día antes chinos en Pekín, Hong Kong, Nueva York y otras ciudades se habían manifestado exigiendo a Tokio que liberara al marinero.
Éste y otros 14 tripulantes fueron detenidos el 7 de septiembre cuando faenaban cerca de las islas Diaoyu (Senkaku para los japoneses), un archipiélago que se disputan China, Japón y Taiwán y que podría tener importantes reservas de petróleo submarino en sus cercanías.
El incidente ha vuelto a enrarecer las siempre frágiles relaciones entre China y Japón, tensas debido a las desavenencias históricas que produjo la guerra que ambos países libraron entre 1937 y 1945.
Los 14 marineros fueron liberados por las autoridades japonesas la semana pasada, pero no el capitán, por lo que las protestas chinas continúan, tanto por parte del Gobierno como en los medios chinos y la opinión pública.
En las últimas semanas, el embajador japonés en China ha sido convocado por las autoridades chinas en innumerables ocasiones para exigirle esa liberación.
Mientras, los medios chinos encienden la polémica con noticias que cuentan, por ejemplo, que la abuela del capitán arrestado murió recientemente por el disgusto sufrido o que los hijos del detenido están «traumatizados».
En medio de estas fuertes tensiones, que China y Japón protagonizan de forma casi cíclica desde hace años, el gigante asiático -que superó precisamente al archipiélago nipón como segunda economía mundial a principios de 2010- celebró el pasado 18 de septiembre el aniversario del inicio de la guerra chino-japonesa, entre protestas y soflamas nacionalistas.