Barack Obama, anunció este miércoles la nueva política de EEUU de ayuda al desarrollo, que se centrará en las naciones con más posibilidades de convertirse en economías emergentes y se evaluará de modo más riguroso.
El líder estadounidense aseguró que obraba en el interés tanto de su país como el de los demás países ricos el ayudar a las naciones más pobres, aún a pesar de la situación económica.
«Dentro de nuestra economía global, el progreso en los países más pobres puede anticipar la prosperidad y la seguridad de personas más allá de sus fronteras, incluyendo a mis compatriotas, dijo el presidente.
El presidente de EEUU compareció ante la Cumbre sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio que concluyó en la ONU para afirmar que su país » va a cambiar el modo» en que planifica su ayuda, de manera que se aliente un «desarrollo sostenible» en lugar de perpetuar la dependencia, «un ciclo que tenemos que romper».
La nueva política, indicó Obama, no quiere decir que EEUU vaya a poner fin a su ayuda a los países más necesitados. «Queremos asegurarnos de que EEUU sigue siendo líder en asistencia en el siglo XXI, indicó.
«EEUU ha sido y seguirá siendo el país líder en aportar asistencia. No abandonaremos a quienes dependen de nosotros para recibir auxilio que salve vidas, insistió el presidente, cuya alocución fue acogida con aplausos dispersos entre los presentes en el plenario de la ONU.
Subrayó que «el propósito del desarrollo es crear las condiciones en las que la asistencia ya no sea necesaria».
Eso se traduce en la idea de lo que la Casa Blanca describe como «selectividad, el encaminamiento de la asistencia a aquellos países que muestren potencial de convertirse en las economías emergentes del futuro.
EEUU «buscará socios que quieran establecer su propia capacidad de asistir a su pueblo. Queremos un desarrollo que sea sostenible, apuntó Obama.
Como uno de los ejemplos de la futura política de ayuda, el presidente estadounidense citó la inversión en infraestructuras en El Salvador gracias al programa conocido como Cuenta del Milenio, lanzado por la Administración del presidente George W. Bush para promover la ayuda entre los países que se comprometan a adoptar metas hacia la democratización y el desarrollo.
«En lugar de administrar la pobreza debemos administrar a los pueblos y a la gente un camino para salir de la pobreza, destacó el presidente estadounidense, quien en su discurso subrayó que el desarrollo es una prioridad de seguridad nacional para su país.
Uno de los pilares de la nueva política, según explicó, será el aumento de la coordinación con los donantes, tanto entre el sector privado como las organizaciones humanitarias y los Gobiernos para evitar la duplicación y permitir un uso más efectivo de la asistencia.
Además, se evaluará de modo mucho más riguroso si la ayuda que se concede es eficiente o no. Otro pilar será el foco en la inversión en innovación, sea en áreas como las nuevas tecnologías o la agricultura.
El presidente, que comparecerá este jueves ante la Asamblea General de la ONU, comenzó su discurso con una declaración a los Objetivos de Desarrollo del Milenio pero también la admisión de que cuando llegue la fecha fijada para haberlos cumplido, en 2015, muchos de ellos estarán aún pendientes.
La Cumbre, que tiene como objeto revisar esos objetivos acordados en 2000 para eliminar la pobreza extrema, se clausuraba este miércoles tras tres días de debate de los líderes mundiales que mostraron buenos propósitos pero escasos resultados concretos.
En su discurso, el presidente estadounidense enfatizó que su país es uno de los principales donantes mundiales y puso como ejemplo la colaboración que presta en Pakistán tras las inundaciones en ese país y la que sigue aportando en Haití luego del terremoto que devastó esa nación en enero.
La nueva política que presentó este miércoles Obama, según indicó la Casa Blanca, comenzó a fraguarse hace un año y en su elaboración han participado 16 diferentes entidades del Gobierno.
Se trata, según enfatizó Mike Froman, consejero de Seguridad Nacional adjunto para Economía Internacional, de una política que parte del concepto del desarrollo no sólo como imperativo moral sino como una de las claves de la seguridad nacional de EEUU
La nueva política, sin embargo, no representará la asignación de fondos adicionales. En una rueda de prensa telefónica, Froman indicó que habrá «reasignación» de fondos pero «no necesariamente» la nueva política tendrá «un efecto en las cifras presupuestarias totales».