La perforadora T-130, que trabaja en el «Plan B» para rescatar a los 33 mineros atrapados en el norte de Chile, alcanzó hoy los 519 metros de un total de 632 que debe excavar, aunque extremará las precauciones en las próximas horas debido al paso por una galería interior.
«Esperamos en lo sucesivo pasar por una labor crítica que está en los 520 metros, que está sucediendo en estos momentos, ya que tenemos pronosticado (cruzar) una galería que existe producto del avance minero», dijo a los periodistas André Sougarret, ingeniero responsable del rescate.
Indicó que una vez superada la galería, sobre los 535 metros de profundidad, detendrán la perforación para cambiar el martillo de la máquina y reanudar los trabajos unas horas después.
«Estamos trabajando con precaución y esperamos, una vez que pase tres metros debajo de la galería, es decir los 535 metros, sacar el martillo y evaluar la situación», sostuvo el ingeniero.
Sougarret confirmó que la máquina T-130, que redujo su diámetro de perforación de 28 a 26 pulgadas, avanzó 53 metros desde la noche del martes, hasta los 519 metros.
En la mina San José, entretanto, fueron presentados los 16 socorristas que participarán en la fase final del operativo para sacar a los 33 mineros a la superficie.
El equipo está compuesto por once brigadistas de la estatal Corporación del Cobre (Codelco), tres enfermeros buceadores de la Armada y dos bomberos de la región de Atacama.
Uno de ellos, Ovidio Rodríguez, un ingeniero de minas con 32 años de experiencia, aseguró que este rescate «sin duda es una de las tareas más difíciles» que le ha tocado abordar, aunque apuntó que están preparados para «cualquier emergencia».
«En esta misión tan relevante que no han encomendado, hemos hecho una preparación previa. Nos hemos reunido con los rescatistas de la Armada. Estamos muy confiados en que esta operación va a ser exitosa», dijo el socorrista.
Solo dos de ellos, un brigadista de Codelco y un buceador de la Armada, bajarán al fondo del yacimiento para ayudar a los mineros a entrar en la cápsula, y trabajarán en turnos de ocho horas.
En cuanto a los otros dos operativos de rescate, el «Plan A» se encontraba detenido a 587 metros de profundidad en la primera etapa de su excavación, que debe alcanzar los 702 metros para después proceder a ensanchar el conducto de 33 a cerca de 70 centímetros.
Por último, la petrolera RIG 421, que excava directamente un orificio de diámetro suficiente para permitir la salida de los mineros, estaba a 314 metros.