El Gobierno de Hungría afirmó que no existe peligro de que se produzca una catástrofe ecológica en el río Danubio, tras el vertido de cientos de miles de toneladas de lodo tóxico procedentes de una planta de aluminio.
El ministro húngaro del Interior, Sandor Pinter, asegura en Budapest que el derrame de «barro rojo», un residuo de la producción del aluminio, no ha afectado al agua potable de la zona afectada.
«El material que llegó al río (Danubio) tiene un nivel de PH inferior a 9, que se irá diluyendo en pocos kilómetros», manifestó el ministro.
El valor del PH tolerable para el hombre oscila entre 4,5 y 9,5 puntos, mientras que la medida de alcalinidad del «barro rojo» en su estado no diluido fue de 13 sobre un máximo de 14.
El ministro agregó que en ningún caso la contaminación alcanzará una dimensión que «cause un daño biológico o medioambiental». Citado por la agencia de noticias MTI, el director de la autoridad regional de agua, Emil Janak, también descartó «efectos sobre el ecosistema del Danubio».
Según datos de Protección civil, el valor del PH en el río Raba, que conduce directamente al Danubio, se sitúa actualmente en 9 puntos, mientras que en el Danubio, a la altura de Komaron, esa medida es de ocho unidades.
La localidad de Komaron se encuentra a 20 kilómetros de donde el Raba confluye con el Danubio, el segundo río más grande de Europa, que en su recorrido hasta el Mar Negro al sur de Hungría fluye por Croacia, Serbia, Bulgaria y Rumanía.
Los húngaros piden ayuda a la UE
Hungría ha activado el mecanismo europeo de protección civil y ha pedido ayuda técnica para hacer frente a la contaminación causada por el vertido de lodos tóxicos procedentes de una fabrica de aluminio, que ya han llegado al Danubio.
Hungría recurrió a la UE para solicitar «asistencia internacional urgente» anoche, según informó el Ejecutivo comunitario en un comunicado difundido a última hora de la tarde.
Las autoridades húngaras han identificado una necesidad inmediata de 3 o 5 expertos con experiencia sobre el terreno en la gestión de vertidos tóxicos, limpieza y reducción del impacto medio ambiental.
El Centro de Control e Información (conocido como MIC) ha estado en contacto estrecho con las autoridades húngaras desde el lunes para seguir la evolución de la situación y estar lista para reaccionar con rapidez en caso de que Budapest solicitase ayuda.
Tras la petición oficial de ayuda, el MIC se ha puesto en contacto con los 31 países que participan en este mecanismos y espera recibir ofertas de ayuda en breve, según un comunicado de la CE.
«Desastres como este no se detienen en las fronteras nacionales», afirmó la comisaria europea de Ayuda Humanitaria y Respuesta a las Crisis, Kristalina Georgieva, después de recibir la petición de Hungría.
«Una ayuda europea combinada puede ayudar a dar la asistencia más efectiva posible», agregó y solicitó a los estados miembros de la UE que respondan con «generosidad».
La petición de ayuda se produjo anoche después de que la comisaria europea de Ayuda Humanitaria y Respuesta a las Crisis, Kristalina Georgieva, mantuviese una conversación telefónica con el ministro del Interior húngaro, Sándor Pintér, para trasmitirle el apoyo de la UE y para interesarse por la situación en el país.
El vertido de lodos saturados de metales pesados de la empresa de aluminio MAL, que se produjo el pasado lunes, ha anegado alrededor de 40 kilómetros cuadrados en los que viven 7.000 personas, y ha causado la muerte de cuatro personas y heridas a unas 150.