Las autoridades de Indonesia decretaron la alerta roja, la máxima, ante la actividad del volcán Bromo, en el isla indonesia de Java, poco después de que indicaran que son ya 322 los muertos por la erupción del Merapi.
El Gobierno pidió a la población que se abstenga de escalar el monte, considerado activo pues raramente amenaza a los pueblos cercanos, pero que esta mañana comenzó a escupir pequeñas columnas de ceniza y humo.
La montaña, de 2.329 metros de altura, es muy popular entre los turistas y entró en erupción por última vez en 2004, sin provocar víctimas mortales. Previamente, el Centro Nacional de Gestión de Desastres elevó a 322 los fallecidos desde que hace un mes entrara en erupción el Merapi, mientras 130.000 vecinos siguen en espera de poder regresar a sus casas, si éstas están todavía en pie.
La actividad del volcán se ha reducido significativamente desde la semana pasada. Cerca de 270.000 de los 400.000 desplazados por la erupción ya han podido regresar a sus viviendas, aunque las más cercanas al volcán están totalmente destruidas y esos damnificados tendrán que esperar a que se reconstruyan.
La vuelta a la calma del Merapi, cuyo nombre significa «montaña de fuego» en idioma javanés, permitió el sábado reanudar los vuelos desde el aeropuerto de Yogyakarta, a 50 kilómetros de distancia.
Dos semanas de clausura afectaron a decenas de vuelos nacionales e internacionales en la isla de Java, y obligaron a acortar la reciente visita a Indonesia del presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
También se ha estrechado el perímetro de seguridad alrededor del cráter. El Merapi, de 2.194 metros de altura, ha calcinado miles de hectáreas de campo y cubierto con una gruesa capa de ceniza numerosos poblados en las diversas erupciones que hizo desde el pasado 26 de octubre.
Indonesia se asienta sobre el llamado «Anillo de Fuego», un área de intensa actividad sísmica y volcánica, y tiene unos 400 volcanes, de los que 129 están activos.