La policía egipcia y centenares de manifestantes libraron este miércoles fuertes enfrentamientos en el centro de El Cairo, en los que al menos se ha producido media docena de heridos, en la segunda jornada de protestas contra el régimen del presidente egipcio, Hosni Mubarak.
Los manifestantes comenzaron a congregarse en los alrededores de la Corte Suprema y del Sindicato de Periodistas a partir de las 15.30 hora local (13.30 GMT), entre fuertes medidas de seguridad.
Los enfrentamientos se intensificaron una hora después cuando los participantes en las protestas cortaron la vía principal y las fuerzas de seguridad cargaron con gases lacrimógenos y balas de goma, según pudo constatar Efe.
Tras el ataque de la policía, que perseguía a los manifestantes con palos y lanzando chorros de agua a presión, muchos corrieron a refugiarse en la estación de metro más cercana, Naser, cuyo nombre rinde homenaje al fallecido ex presidente Gamal Abdel Naser.
La avalancha de gente colapsó las entradas del suburbano, cuyas puertas quedaron seriamente dañadas, al igual que los vehículos aparcados en la avenida y los puestos de comerciantes callejeros.
Poco después, en una avenida cercana, la calle Tahrir, los manifestantes empezaron a tirar piedras y botellas vacías a la policía, y quemaron un coche y varios neumáticos.
Uno de los participantes escribió una pintada en una puerta metálica en la que se leía «Mubarak mata a los egipcios». Las primeras movilizaciones de este miércoles se registraron en la sede del Sindicato de Periodistas, donde decenas de personas, en su mayoría jóvenes, gritaban lemas contra el presidente Mubarak, en el poder desde 1981.
«El pueblo quiere cambio y libertad» y «Fuera Hosni Mubarak», fueron algunas de las consignas más coreadas por los manifestantes, que forcejearon en varias ocasiones con los policías, que rodeaban la entrada del edificio e impedían que otras personas se unieran a la concentración.
Efe pudo comprobar como las fuerzas de seguridad, sobre todo agentes vestidos de paisano, se llevaron detenidos a varios de los manifestantes, mientras que al menos un policía resultó herido.
Las manifestaciones, que comenzaron este martes, responden a una convocatoria que nació en internet coincidiendo con la caída del presidente tunecino, Ben Alí, el pasado 14 de enero tras un mes de protestas.
Este martes, miles de manifestantes tomaron el corazón de El Cairo, un hecho sin precedentes en Egipto, en una serie de protestas que se saldaron con cuatro muertos y decenas de heridos.
Centenares de manifestantes detenidos
Varias organizaciones defensoras de los derechos humanos y movimientos opositores denunciaron este miércoles la «detención ilegal» de centenares de manifestantes por la Policía durante las protestas multitudinarias de este martes contra la situación política y económica. «Queremos saber por qué han detenido a personas, dónde están y de qué están acusadas. No puede ser que (la Policía) detenga a gente y no sepamos dónde se encuentra», dijo a Efe el activista opositor George Ishaq.
La denuncia fue hecha mientras se conoció este miércoles que una cuarta persona, un civil, murió en un hospital de la localidad de Suez por las heridas recibidas en las protestas de este martes. Con esta víctima, ya son tres civiles y un policía los que han perdido la vida hasta ahora. Ishaq, junto a unas treinta ONGs y activistas políticos, denunció este miércoles en un comunicado que las fuerzas de seguridad mantienen a cientos de detenidos en «los centros de la Seguridad Central de El Cairo y en las provincias».
En el comunicado aseguran que los policías han prohibido a los abogados de varias ONGs ponerse en contacto con algunos heridos, algunos de los cuales están graves, según los firmantes. Además, las autoridades cortaron las líneas de los teléfonos móviles de algunos activistas durante la protesta, añadieron.
En una reunión mantenida esta mañana en el centro pro derechos humanos Hisham Mubarak varios activistas opositores de distintas corrientes prepararon una demanda para exigir a las autoridades que anuncien el paradero de los detenidos y que sean liberados. Mientras tenía lugar la reunión, los trabajadores de la ONG no paraban de responder a las llamadas telefónicas de familiares que denunciaban la desaparición de sus hijos durante las protestas de este martes, como pudo constatar Efe.
Para Mohamed Abdel Qadus, un militante de los Hermanos Musulmanes que participó en el encuentro, las protestas de este martes suponen «una gran victoria». «En la manifestación de este martes, el sueño que teníamos desde hace mucho tiempo, que es que la gente del pueblo salga a las calles y no la gente de siempre, se hizo realidad. Fue gente normal lejos de la política y de los partidos. Esto es el estilo tunecino, el pueblo fue el protagonista», dijo.
Redacción