Wael Ghuneim, el ejecutivo de Google que ha sido puesto este lunes en libertad por las autoridades egipcias, jugó «un papel prominente» como activista a través de Internet durante los meses anteriores a las protestas, según afirma el diario The Wall Street Journal.
Ghuneim, director de marketing de Google para Oriente Medio y el Norte de África, trabajó durante meses en la creación de una de las páginas de Facebook que se convirtieron en plataforma virtual para los manifestantes y, además, había colaborado en el lanzamiento en Internet de la campaña del líder opositor Mohamed el Baradei.
Según explicó a The Wall Street Journal uno de los ayudantes de El Baradei, Ghuneim era uno de los cuatro administradores de esa página de Facebook, fue quien creó el portal de Internet desde el que el Nobel de la Paz se dirigía a sus seguidores y ofrecía asesoramiento tecnológico gratuito a varios grupos opositores.
El diario asegura que no está claro cuál fue el papel jugado por Ghuneim durante las protestas, pero asegura que, según su familia y el magnate Naguib Sawiris, la desaparición del ejecutivo de Google se debió a que fue detenido por las autoridades egipcias por su implicación en la campaña digital que animó las protestas.
Ghuneim, padre de dos hijos, se había desplazado a Egipto desde Dubai en viaje de negocios y había asistido a protestas en la plaza Tahrir.
Su familia empezó a preocuparse por él cuando no se presentó a una cita con su hermano el pasado 28 de enero y se dieron cuenta de que sus teléfonos estaban desconectados.
Amnistía Internacional (AI) alertó el domingo del riesgo de tortura y malos tratos al que se enfrentaba Ghuneim, mientras que, fuentes cercanas a El Baradei, detallaron a The Wall Street Journal de que, desde la desaparición del empleado de Google, las autoridades egipcias detuvieron a ocho miembros del equipo tecnológico que asesora al líder opositor.
Según el diario, Ghuneim se ha convertido desde su desaparición en un símbolo clave de las protestas contra el gobierno egipcio y en un héroe en la causa por la democracia, e incluso muchos de los manifestantes portan carteles en los que exigen su puesta en libertad.