El presidente egipcio, Hosni Mubarak, ha renunciado a su puesto y entrega el poder a las Fuerzas Armadas. Mubarak se trasladó este viernes a la localidad de Sharm el Sheij, en la península del Sinaí, confirmaron fuentes de la Presidencia. Las fuentes dijeron que el gobernante viajó allí en un helicóptero militar que despegó de El Cairo poco antes de las oraciones del mediodía.
La euforia estalló en la céntrica plaza de Tahrir poco después de las 18.00 hora local (16.00 GMT) cuando se anunció que el presidente Hosni Mubarak había renunciado. Gritos por toda la plaza, manifestaciones de alegría, cánticos y el agitar de banderas son las notas predominantes en ese lugar, epicentro de las protestas públicas contra el régimen de Mubarak, quien estuvo en el poder desde 1981.
Según la edición digital del diario gubernamental Al Ahram, citando fuentes próximas a las Fuerzas Armadas, Mubarak se mantuvo en una base militar durante las últimas 48 horas para garantizar su seguridad.
Al Ahram asegura que «debido a la situación en la capital ha sido imposible para el presidente trasladarse con seguridad con su comitiva habitual».
Mientras, cientos de opositores se han congregado en las últimas horas en las inmediaciones del palacio presidencial, en las afueras de El Cairo, para extender allí las protestas que se mantienen permanentemente en la céntrica plaza de Tahrir.
Tanto Al Ahram como las cadenas árabes de televisión Al Arabiya y Al Yazira también han informado de que Mubarak se trasladó este viernes a Sharm el Sheij.
Esa localidad, en el extremo sur de la península del Sinaí, es un lugar en el que Mubarak suele recibir a personalidades extranjeras y convocar conferencias internacionales.
Anoche, Mubarak anunció que había traspasado algunas prerrogativas al vicepresidente Omar Suleimán, pero expresó su intención de mantenerse en la Jefatura de Estado hasta las elecciones presidenciales de septiembre próximo. El gobernante, en el poder desde 1981, ya ha confirmado que no se presentará a esos comicios.
Redacción