Alrededor de tres mil manifestantes yemeníes que se oponen al régimen de Ali Abdalá Saleh se enfrentaron con cientos de seguidores del partido gobernante delante de la Universidad de Saná, sin que se haya informado de heridos graves. Des mismo modo en Teherán, capital de Irán, grupos de manifestantes contra el régimen y efectivos de las fuerzas de seguridad iraníes también se enfrentaron en diversos puntos de la ciudad.
Al calor de las revueltas populares que terminaron en las últimas semanas con los regímenes de Túnez y Egipto, se animan en los últimos días diversas protestas en diferentes países árabes con el mismo fin.
Los enfrentamientos en Yemen se produjeron cuando los manifestantes de la oposición yemení empezaron una marcha hacia la plaza Tahrir de Saná, y en su camino fueron atacados por partidarios del régimen de Saleh.
Los simpatizantes del partido gobernante utilizaron piedras y armas blancas, y obligaron a los manifestantes opositores a entrar en el campus de la universidad, donde los guardias cerraron las puertas. Después de este incidente, los policías se desplazaron al lugar y disolvieron a los manifestantes opositores al régimen.
En la ciudad de Taez, en el sur del país, cuatro personas resultaron heridas este lunes en otros enfrentamientos que ocurrieron entre manifestantes pro y contra el régimen, según fuentes de los servicios de seguridad.
Saleh, presidente de Yemen desde la unificación entre el norte y el sur, en 1990, ha sido reelegido en 1999 y 2006. La Constitución actual, aprobada en 1991, no permite al presidente buscar una nueva reelección en los comicios del 2013.
Irán prohíbe las manifestaciones contra el régimen
Grupos de manifestantes y efectivos de las fuerzas de seguridad iraníes se enfrentaron este lunes en diversos puntos de Teherán donde la oposición había convocado una manifestación que fue prohibida por el régimen. Según informaron diversos testigos, la policía usó gases lacrimógenos y balas de fogueo para dispersar a la muchedumbre que de forma silenciosa había ocupado la plaza Azadí, en el suroeste de la ciudad.
Hasta el momento, no hay informaciones fiables sobre si en los disturbios se han producido víctimas ni sobre el supuesto número de detenidos.
Algunos de los manifestantes, muchos de los cuales eran hombres mayores que acudieron junto a sus esposas e hijos, gritaron consignas como «muerte al dictador», agregaron los testigos. Teherán amaneció este lunes tomada por las fuerzas de seguridad en respuesta a la decisión de la oposición iraní de manifestarse en favor de los alzamientos en el norte de África, pese a que las autoridades habían advertido de que la marcha estaba prohibida.
Desde primera hora de la mañana, agentes y voluntarios islámicos «Basij» vestidos de civil patrullaban los accesos a las avenidas Enguelab (revolución) y Vali-e Asr, escenario en junio de 2009 de multitudinarias marchas populares contra la reelección del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, que la oposición calificó de fraudulentas.
Entonces, nada más conocerse el resultado, cientos de miles de personas se echaron a las calles de todo el país para apoyar la denuncia de la los líderes de la oposición reformista, Mir Husein Musaví y Mehdi Karrubí, de que se había producido «un fraude masivo».
En la violenta represión de aquellas manifestaciones, que duraron varios meses, perdieron la vida decenas de personas y miles fueron encarceladas.
Más de un centenar han sido desde entonces juzgadas y condenadas a diversas penas de prisión, e incluso a muerte, acusadas de conspirar con fuerzas extranjeras para tratar de derribar al régimen.
Tras meses de silencio, la oposición iraní colgó este fin de semana un comunicado en la página web Kaleme.org, afín a Musaví, en el que instaban a la población a manifestarse este lunes lunes en el centro de Teherán.
En la nota, los opositores critican, además, la «hipocresía» del régimen iraní, que ha apoyado públicamente los alzamientos en el norte de África al tiempo que impide las manifestaciones en su propio territorio.
Las web denuncian, igualmente, que tanto Musaví como Karrubí han sido confinados e incomunicados por las fuerzas de Seguridad en sus casas, en un intento por impedir la manifestación. «Varios coches de Policía han cortado los accesos en la calle. Además, las líneas telefónicas, tanto fijas como móviles, de Musaví y de su esposa Zahra Rahnavard están cortadas desde el domingo», explicó la página Kaleme.org
Redacción