Un nuevo análisis de inteligencia de EEUU secreto sobre el programa nuclear de Teherán concluye que los líderes iraníes están inmersos en un debate cada vez más acalorado sobre si se debe avanzar más en la obtención de armas nucleares. El Wall Street Journal publica en su edición digital que el informe, conocido como Estimación Nacional de Inteligencia (NIE, por sus siglas en inglés) afirma que el impacto de las sanciones internacionales podría sembrar discordia entre el Gobierno del presidente Mahmud Ahmadineyad sobre el programa nuclear.
El documento, que sustituye al de 2007, que afirmaba que Irán había suspendido su programa para la fabricación de armas nucleares en 2003, indica ahora que Teherán ha resumido probablemente su investigación sobre este tipo de bombas, al tiempo que está expandiendo su programa para enriquecer uranio, señala el diario. Sin embargo, no concluye que Irán ha relanzado un programa a gran escala para tratar de construir bombas nucleares.
De acuerdo con el Washington Post, el nuevo estudio no contradice directamente el anterior análisis, porque la comunidad de inteligencia no ha determinado que Irán haya tomado la decisión estratégica de fabricar un arma nuclear, pero está trabajando en los componentes, según fuentes del Congreso.
El documento, que ha sido concluido recientemente por los servicios de inteligencia estadounidenses y presentado a algunos legisladores la semana pasada, asegura que el debate que existe en Teherán sobre el programa sugiere que las sanciones internacionales podrían estar causando divisiones internas, según fuentes oficiales citadas por el Wall Street Journal.
Impacto de las sanciones
Las conclusiones del NIE sugieren que, desde el punto de vista de EEUU, al menos algunos líderes iraníes están preocupados por la posibilidad de que el daño económico que, en parte, han causado las sanciones internacionales, pudiera generar rechazo al régimen.
Los funcionarios admiten, no obstante, que es imposible para observadores externos determinar el impacto preciso que tienen las sanciones en la toma de decisiones de la República Islámica, recalca el diario, que asegura que Ahmadineyad ha tomado también medidas para sofocar cualquier posible agitación por decisiones económicas propias, como la supresión de subsidios a la gasolina, los alimentos, la electricidad, el gas y otros productos.
Un informe NIE es considerado un documento de consenso de todas las agencias de inteligencia de EE.UU. y como consecuencia tiene más peso que otros análisis que proceden únicamente de uno de los servicios u de otros institutos de esta comunidad. Revisa al menos algunos de los argumentos que recogía el informe de 2007, pero el nuevo análisis no rechaza tampoco las conclusiones anteriores.
«El fondo de la cuestión es que la comunidad de inteligencia ha concluido que hay un intenso debate en el régimen iraní sobre la pregunta de si se debe o no avanzar hacia una bomba nuclear», afirmó un funcionario estadounidense al Wall Street Journal. «Hay un fuerte sentido de que algunos funcionarios iraníes saben que las sanciones están teniendo un serio impacto», agregó.