El coronel Maumar el Gadafi se dispone a trabajar con cualquier nuevo régimen que surja en el país en un papel de asesor «como un gran padre», declaró al Financial Times Saadi Gadafi, uno de los ocho hijos del dictador libio.
«El ejército sigue siendo muy fuerte y si oímos algo, enviaremos unos batallones. En cuanto la gente vea al Ejército, sentirá miedo», explicó el hijo de Gadafi en conversación telefónica desde Trípoli con el diario británico.
Saadi Gadafi, exfutbolista profesional en Italia, describió la situación en el país como «muy segura y tranquila» y dijo que «entre un 50 o un 60 por ciento de la gente está trabajando normalmente.
Según él, su hermano Seif al-Islam trabaja actualmente en una nueva constitución y muy pronto hará un anuncio al respecto. Preguntado acerca de la deserción de varios diplomáticos libios de sus puestos, Gadafi contestó: «No me preocupan esos tipos. Mi diplomacia es ser honrado y decir la verdad».
Saadi Gadafi reconoció que se han utilizado aviones y buques para bombardear depósitos de municiones cerca de Bengasi, ciudad del este del país, pero aseguró que esos depósitos están lejos de las áreas pobladas.
«Despachamos aviones a esos hangares llenos de municiones», dijo el hijo del coronel, quien justificó la acción con el argumento de que Al Qaeda se ha aprovechado el «caos» para arrebatar el control de esa región del este a manifestantes legítimos y monárquicos.
Saadi Gadafi dijo que hay en Libia «miles» de militantes de Al Qaeda y señaló que el Gobierno británico envió el año pasado a unidades de sus fuerzas especiales -SAS_ para «entrenar a nuestras fuerzas especiales a combatir a Al Qaeda en esa parte del país».
El hijo de Gadafi insistió, al igual que su padre, en que muchos manifestantes habían ingerido drogas «muy potentes» como anfetaminas o éxtasis.