La Liga Árabe ha decidido pedir al Consejo de Seguridad de la ONU que adopte las medidas para imponer una zona de exclusión aérea en Libia y reconoció como interlocutor al máximo órgano de representación rebelde libio.
Estas decisiones fueron dadas a conocer al fin de la reunión extraordinaria de la organización panárabe sobre Libia en El Cairo, por el secretario general de la Liga Árabe, Amro Musa, y el ministro de Exteriores omaní, Yusef bin Alawi bin Abdulá, cuyo país presidía el encuentro.
«El trato con el Consejo Nacional Transitorio es un reconocimiento práctico de él», dijo en una rueda de prensa Musa, quien indicó que se van a comenzar los contactos con el mando rebelde.
Musa señaló que «la colaboración con el mando rebelde es para facilitar la protección y la ayuda humanitaria al pueblo libio dentro del marco que estipula la legalidad internacional».
En cuanto a la imposición de la exclusión aérea, indicó que comunicarán «oficialmente la petición de la exclusión aérea al Consejo de Naciones Unidas y esto como una medida preventiva y no militar».
Asimismo, explicó que se han dirigido al Consejo de Seguridad de la ONU porque es «el órgano encargado de la seguridad mundial y de adoptar las medidas que estime convenientes dentro de la legalidad internacional».
En este sentido, el ministro omaní dijo que la imposición de una zona de exclusión aérea es «para proteger al pueblo libio y a los extranjeros como medida preventiva humanitaria».
«Así como aceptamos esta medida también rechazamos cualquier intervención extranjera bajo cualquier pretexto y esta acción debe terminar cuando terminen las causas de la crisis», subrayó el jefe de la diplomacia omaní.
Además, aseguró que la Liga Árabe espera que «Libia respete la eventual decisión del Consejo de Seguridad y no use las armas contra el pueblo libio».
El pronunciamiento árabe sobre las medidas a tomar contra el régimen de Muamar al Gadafi era muy esperada por la comunidad internacional, en especial la Unión Europea, que considera importante contar con el aval árabe para evitar que una operación militar sea considerada un intervencionismo occidental.
Vítores en Bengasi
Medio millar de libios en la ciudad de Bengasi recibieron con vítores, aplausos y gritos de alegría la decisión de la Liga Árabe de pedir al Consejo de Seguridad de la ONU que adopte medidas para imponer una zona de exclusión aérea en Libia.
«Estoy muy contento, es una buena decisión que va a servir para detener el derramamiento de sangre», aseguró a Efe Ramadán Omar, un libio de 40 años, que junto a otro medio millar de personas presenció en directo en la plaza de los Juzgados de Bengasi la rueda de prensa de la Liga Árabe retransmitida por el canal de televisión catarí Al Yazira y proyectada en una de las paredes de la sede de la administración rebelde.
Por su parte, Mohamed Alí, un ingeniero recién licenciado de 23 años, alabó el paso dado por la organización panárabe, pero subrayó que «llega un poco tarde, tenía que haberse producido hace mucho».
«Pero no importa, nos ayudará en nuestra guerra contra Muamar el Gadafi», subrayó Alí mientras miraba con atención la rueda de prensa ofrecida por el ministro de Asuntos Exteriores omaní, Yusef bin Alaui bin Abdulá, y el secretario general de la Liga Árabe, Amro Musa.
En la comparecencia de ambos mandatarios ofrecida tras una reunión extraordinaria de la organización sobre Libia, el ministro omaní indicó que la exclusión aérea es «para proteger al pueblo libio y a los extranjeros como medida preventiva humanitaria».
Además, Musa reconoció al máximo órgano de representación rebelde libio, el Consejo Nacional Libio de Transición (CNLT) asegurando que «el trato con el Consejo Nacional es un reconocimiento práctico del mismo».
El pasado 16 de febrero tuvo lugar una protesta contra el régimen que derivó en un levantamiento popular que acabó imponiéndose en todo el este del país y varias ciudades del oeste cercanas a Trípoli.
Las protestas han acabado desembocando en un conflicto armado entre milicianos armados -apoyados por una parte del antiguo Ejército libio que se unió a las filas rebeldes- y las brigadas fieles a Gadafi, que desde hace una semana se disputan la región petrolera de Ras Lanuf, donde hoy el régimen libio exhibió a la prensa extranjera el aérea residencial de la refinería reconquistada.
Desde el comienzo del conflicto las autoridades rebeldes han solicitado la imposición de una zona de exclusión aérea para intentar contrarrestar en medios y armamento la superioridad de las fuerzas fieles al coronel Muamar el Gadafi.
Redacción