El portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, dimitió este domingo por unas polémicas declaraciones en las que criticó al Pentágono por las condiciones de detención del soldado Bradley Manning, sospechoso de haber filtrado miles de documentos confidenciales de EEUU a WikiLeaks.
«Dado el impacto que han tenido mis declaraciones, por las que asumo plenamente mi responsabilidad, he presentado mi renuncia como secretario de Estado adjunto para Asuntos Públicos», afirmó Crowley, quien calificó esta semana el trato que da el Departamento de Defensa a Manning de «ridículo, contraproducente y estúpido».