La UE someterá a sus centrales nucleares a pruebas voluntarias de resistencia para prevenir que se produzcan en Europa situaciones nucleares como la que vive Japón tras el terremoto y que Bruselas considera «apocalíptica», según expresó este martes el comisario europeo de Energía, Günther Oettinger. «Ha sido unánime la aceptación de la prueba de esfuerzo de las centrales nucleares europeas», explicó Oettinger, que esperó que puedan realizarse en la segunda mitad del año en «muchos o todos» los países comunitarios y sus vecinos y asociados como Turquía, Rusia y Suiza, en especial con los que comparten redes eléctricas, claves para asegurar la refrigeración de las centrales.
El carácter «voluntario» se debe a que la UE no puede obligar a los gobiernos nacionales, responsables de la seguridad nuclear, aclaró Oettinger en una rueda de prensa al término de un encuentro de alto nivel en Bruselas para analizar lo ocurrido en Japón y la preparación de las plantas comunitarias en caso de emergencia.
El comisario acudió posteriormente al Parlamento Europeo para informar a la comisión de Energía de la decisión y, en su comparecencia, estimó que las autoridades japonesas han perdido el control de la central de Fukushima y consideró correcto calificar la situación de «apocalíptica».
«Algunos califican lo ocurrido de apocalíptico y no me parece descabellado», afirmó Oettinger, para quien «todo está prácticamente fuera de control» en la citada central y «falta serenidad y visión para hacer frente a una situación de estas características».
Para evitar que una catástrofe de esta magnitud pueda ocurrir en Europa, la UE está decidida a reforzar su seguridad con especial atención en la preparación de vías alternativas de refrigeración si falla el suministro eléctrico, como ha ocurrido en Japón.
Los criterios exactos de evaluación serán detallados más adelante, probablemente en una reunión similar a la de este martes que se celebrará previsiblemente en abril y que permitirá llevar a cabo las pruebas en la segunda mitad de este año, indicó Oettinger.
Para avanzar en este sentido, la UE ha convocado un Consejo de Ministros de Energía extraordinario el próximo lunes y otro de la Comunidad Europea de la Energía Atómica (EURATOM). La cuestión será también tratada en el Consejo Europeo de los días 24 y 25 de marzo.
Lo que sí adelantó la CE es que espera que los análisis los efectúen expertos independientes lo suficientemente fiables como para que sus conclusiones sean aceptadas por todos, aunque no supo indicar que ocurrirá si alguna de las plantas no supera el examen.
Oettinger recalcó que estas pruebas de resistencia serán «un primer paso» hacia la europeización de la seguridad nuclear, una idea que apoyaron representantes de las compañías energéticas europeas también presentes en el encuentro. En la UE hay un total de 143 reactores nucleares, instalados en catorce de los Veintisiete estados miembros.
Preguntado acerca de las afirmaciones de Francia de que el Gobierno nipón no está siendo del todo transparente con la gravedad de la situación, Oettinger reconoció que aún faltan datos y que está preocupado por cómo avanzará la situación en las próximas horas. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, confirmó en un comunicado que las autoridades de Tokio han solicitado este martes ayuda de la UE para socorrer a la población afectada por el terremoto. Desde que Europa ofreció ayuda el pasado viernes, 20 países, entre ellos España, se ofrecieron a cooperar.
En relación a la decisión de Alemania de paralizar temporalmente su plan de prolongación del ciclo de vida de sus centrales y del cese de actividad de sus siete reactores más antiguos, Oettinger no quiso valorar la decisión y se limitó a señalar que no parece que la medida alemana, calificada por algunos como electoralista, haya tenido mucha repercusión en los demás países de la UE.