El OIEA informa de que se han detectado materiales radiactivos, entre ellos yodo-131, cesio-134 y cesio-137, en aguas de mar cerca de la planta nuclear japonesa de Fuskushima Daiichi, seriamente dañada por el terremoto y posterior tsunami.
En un breve comunicado, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) no precisó la cantidad ni la gravedad de la presencia de las partículas radiactivas halladas en el mar.
Sí recordó que obtiene esta información de las autoridades japonesas, y que fue la compañía Tokyo Electric Power (TEPCO) la que detectó los radioisótopos.
«Para estudiar un área mayor del ambiente marino, la Agencia Japonesa para la Ciencia y la Tecnología Marina-Terrestre (JAMSTEC) planea medir la radiactividad en torno a la planta» entre hoy y mañana, recogiendo pruebas de agua marina en ocho lugares», explica la agencia nuclear de la ONU.
El jueves, la Agencia de Energía Atómica Japonesa analizará las pruebas y publicará los resultados, añadió. Se medirá la concentración de radioisótopos encontrados tanto en el agua marina como en el aire, y el OIEA seguirá atento a estas informaciones, concluye la nota.
El organismo internacional con sede en Viena había anunciado esta mañana que las autoridades japonesas iban a medir los niveles de radiactividad en el entorno marino en los alrededores de la planta nuclear de Fukushima, gravemente dañada por el sismo del 11 de marzo.
El OIEA, cuya política de información fue hoy criticada por la organización ecologista Greenpeace, ha expresado su preocupación por la situación de las piscinas de desechos nucleares en la siniestrada central nuclear.
Graham Andrew, asesor técnico del organismo, manifestó ante la prensa en Viena que «continúa habiendo algunas mejoras», aunque advirtió de que la situación «sigue siendo muy seria», con grandes niveles de contaminación radiactiva cerca de la planta.
Greenpeace acusó al OIEA de omitir datos importantes sobre el accidente en Fukushima y minimizar la gravedad de la emergencia nuclear, algo que calificó de «escandaloso».
«Según investigaciones de Greenpeace, el OIEA no ha hecho pública una explosión de hidrógeno en la piscina de combustible usado del reactor 4 en Fukushima, ocurrida la semana pasada», denunciaron los ecologistas en un comunicado difundido en Austria y Alemania.
El OIEA ha reiterado que depende de las autoridades japonesas para obtener la información sobre el grave accidente, aunque también cuenta con un equipo de expertos enviados desde Viena que, entre otros, efectúan mediciones de la radiactividad en Japón.
Radiación en la costa este de EEUU
as estaciones de medición de la Comisión del Tratado de Prohibición Total de Pruebas Nucleares (CTBTO) han registrado trazos de radiación supuestamente procedente de la central nuclear de Fukushima (Japón) en la costa este de Estados Unidos, según la central de meteorología de Austria (ZAMG).
La información de dicho centro austríaco se basa en datos proporcionados por la CTBTO. Los últimos datos enviados por la CTBTO y que fueron recogidos el 19 de marzo «revelan que trazos de radiación alcanzaron Hawai y Wake Island, ambas (islas) en el Océano Pacífico, así como la estación de medición en Charlotteville, en el estado de Virginia», en la costa este de Estados Unidos, explica la ZAMG en su informe.
Concretamente, se registraron radioisótopos, es decir, partículas radiactivas, como el yodo-131, pero sus valores, o la intensidad de su radiación, así como la densidad de las partículas en el aire, se han reducido en su camino desde el Pacífico hasta la costa este de EEUU, en el Atlántico.
Los valores medidos se sitúan muy por debajo del límite considerado como un posible peligro para la salud humana, destaca en la nota Gerhard Wotawa, experto de la ZAMG.
La CTBTO, que tiene su sede en Viena, trasmite los datos de sus mediciones a los 182 estados miembros, que luego las hacen públicas si así lo desean, tal y como lo hace la ZAMG desde la semana pasada.
La mencionada Comisión tiene como objetivo supervisar cualquier detonación nuclear en el mundo, pero no publica directamente los datos que recolecta.
La organización todavía no se encuentra en pleno funcionamiento, ya que una serie de países con programas nucleares por ahora no ha ratificado el tratado.
El objetivo de la CTBTO es establecer una red de 337 estaciones de mediciones de diferente tipo, incluidas 80 que pueden registrar radioisótopos. Por ahora, la red cuenta con 264 estaciones, repartidas por todo el planeta.