El vertido al océano Pacífico de miles de toneladas de agua radiactiva procedentes de uno de los reactores nucleares de la central de Fukushima se ha podido interrumpir con la ayuda de agentes químicos, informó Tokyo Electric Power Company (TEPCO) gestora de la central.
Según informaciones recogidas por la prensa japonesa, TEPCO logró cortar el flujo tras inyectar 1.500 litros de silicato sódico, conocido como «vidrio soluble», y otro agente químico a la corriente del agua radiactiva.
El vertido de más de 11.000 toneladas de agua con altos niveles de radiación de depósitos especiales y sótanos de los reactores 5 y 6 de la central había comenzado el lunes para dejar espacio al agua aún más radiactiva que inunda los edificios de los reactores 1, 2 y 3, los más dañados de Fukushima Daiichi en el terremoto y tsunami del 11 del mes pasado.
Inyectar nitrógeno gaseoso
Los técnicos de la Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO) tienen intención de inyectar este mismo miércoles nitrógeno gaseoso en la vasija de contención del primer reactor de la central de Fukushima-1 para evitar una posible explosión de hidrógeno. Esta operación podría repetirse en los reactores dos y tres.
Estos expertos aseguran que el hidrógeno parece estar acumulándose dentro de la construcción. Ello podría ser consecuencia del vertido de agua radiactiva y del daño sufrido por las barras de combustible en el interior de la vasija.
Las plantas nucleares están equipadas con un dispositivo de inyección de gas de hidrógeno, pero en esta ocasión TEPCO va a utilizar un sistema alternativo, informa la cadena pública NHK.
El grave accidente de la central de Fukushima-1 fue debido al tsunami del pasado 11 de marzo, desencadenado a su vez por un virulento terremoto de 9 grados en la escala Richter. Un día después, una explosión provocó que la cubierta y los muros del reactor uno se vinieran abajo. Los expertos atribuyen esta explosión a una primera concentración de gas de hidrógeno.