El expresidente egipcio Hosni Mubarak rechazó este domingo que tenga cuentas bancarias fuera del país y denunció los intentos de manchar su imagen con noticias sobre su supuesta fortuna y la de su familia.
Mubarak hizo los comentarios en una grabación sonora que difundió la cadena emiratí de televisión Al Arabiya, hecha este sábado desde Sharm el Sheij, donde el expresidente egipcio cumple arresto domiciliario desde que cedió el poder, el 11 de febrero pasado.
«He sufrido mucho y todavía sufrimos, mi familia y yo, por las campañas injustas y las alegaciones no válidas que han tenido como objetivo difamarme a mí y a mi historial militar y político, con el me he esforzado por Egipto en la guerra y en la paz», dijo Mubarak.
Es la primera declaración que difunde Mubarak desde que el 11 de febrero pasado abandonó el poder, que acaparó con mano férrea durante casi treinta años y que se vio forzado a dejar a raíz de una rebelión popular que estalló el 25 de enero.
En la grabación, de seis minutos de duración, que emitió íntegramente la cadena emiratí, Mubarak sale en defensa de su honor ante los juicios que afrontan en Egipto tanto él como su familia por presunto enriquecimiento ilícito.
Mubarak explica que no podía estar en silencio ante los intentos de manchar su imagen y la de su familia, y agregó que espera demostrar a la Fiscalía General que no tiene bienes fuera del país.
«Acepto presentar cualquier documento o firma que permita a la Fiscalía General, mediante el Ministerio de Asuntos Exteriores, contactar con los ministerios de todos países del mundo para confirmar el acuerdo que tenemos mi esposa y yo para revelar cualquier cuenta nuestra en el exterior desde que empezara el trabajo público, militarmente y políticamente», afirmó.
El fiscal general egipcio, Abdel Maguid Mahmud, ordenó que se interrogue al expresidente Hosni Mubarak y a sus dos hijos a partir de denuncias que les acusan de presunta implicación en ataques a manifestantes y de malversación de fondos.
Según informó la agencia oficial de noticias MENA, estas denuncias judiciales acusan a Mubarak y a sus hijos Alaa y Gamal de estar implicados en el delito de atacar a los manifestantes durante las protestas pacíficas que estallaron el pasado 25 de enero.
Asimismo, se les acusa de abuso de poder y de conseguir comisiones y beneficios económicos.