Miles de manifestantes tomaron este viernes las calles en diversos puntos de Siria, incluida la capital, Damasco, para reclamar «libertad», según informaron diversas fuentes opositoras.
Las manifestaciones han seguido adelante a pesar de las medidas anunciadas el jueves por el presidente Bashar al Assad con el propósito de desactivar las movilizaciones, entre ellas la remodelación del Gobierno y la liberación de todos las personas detenidas durante las recientes protestas que no hayan cometido «delitos».
Por una parte, alrededor de 250 personas se concentraron este viernes frente a la mezquita de Salam, en el distrito de Barzeh (dentro de los límites de Damasco), para reclamar «libertad», según informaron fuentes opositoras. Hasta la fecha han sido muy pocas las movilizaciones en la capital siria.
Asimismo, unas 1.500 personas se han manifestado también al grito de «libertad» en la ciudad de Banias, en la costa mediterránea, pese a la presencia del Ejército en las calles, según ha informado el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
Por otra parte, según defensores de los Derechos Humanos y un líder tribal, también está teniendo lugar una gran manifestación a favor de la democracia en la ciudad de Deir al Zor, en las orillas del Éufrates, en el este del país.
Aparte, miles de personas se han concentrado este viernes en las calles de Deraa, en el sur, para reclamar «libertad», según informaron los activistas, que precisaron que desde el jueves no hay presencia militar en la ciudad tras un acuerdo en este sentido entre el presidente de Siria, Bashar el Assad, y las autoridades locales.
Por último, también se han registrado protestas en las regiones mayoritariamente kurdas del este de Siria, según informaron fuentes opositoras kurdas.