La embajadora de EEUU ante la ONU, Susan Rice, insistió en que Siria está recibiendo ayuda de Irán en la brutal represión que está acometiendo contra los manifestantes y que ha causado cientos de muertos y heridos.
El Gobierno de Bachar al Asad «culpa al exterior de los acontecimientos ocurridos, mientras que al mismo tiempo busca ayuda iraní para reprimir a los ciudadanos sirios», aseguró Rice ante la prensa al término de una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
La diplomática norteamericana señaló que a EEUU le preocupan «las pruebas existentes sobre la participación y el apoyo activo de Irán en la represión perpetrada por el Gobierno de Siria contra su propia población».
«Se usan (contra los manifestantes) las mismas brutales tácticas que ha utilizado el régimen iraní», aseguró Rice, quien también pidió «un fin inmediato» del «aborrecible uso de la violencia con el que se aplastan las protestas del pueblo sirio».
Rice lamentó que los pasos dados por el presidente sirio para derogar la Ley de Emergencia, en vigor desde 1963 y que es una de las principales exigencias de los grupos de oposición, así como para permitir las manifestaciones pacíficas, «no iban en serio», en vista de la «continua represión violenta contra los manifestantes».
La embajadora indicó que su país estudia imponer «más sanciones» al régimen de Asad «para dejar claro que su comportamiento es inaceptable», ya que «debe oirse la petición del pueblo sirio de tener libertad de expresión y asociación y el derecho de elegir libremente a sus líderes».
Las declaraciones de Rice se produjeron después de que el Consejo de Seguridad se mostrara hoy incapaz de acordar una declaración de condena a Siria por la brutal represión en una reunión a la que asistió el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien a su fin sí realizó una enérgica condena.
«Mantuvimos una reunión inicial hoy y continuaremos mañana. Creemos que es algo apropiado debido a la gravedad de la situación y ante las preocupaciones que todos (los miembros del Consejo) compartimos sobre el peligro que sufren los civiles ahora mismo en Siria y el potencial impacto de este conflicto en la estabilidad y la paz de la región», aseguró Rice al respecto.
Los países miembros del Consejo analizaron un proyecto de declaración condenando a Siria que presentaron el lunes Alemania, Francia, Reino Unido y Portugal, y en el que recuerdan al régimen de Damasco «su obligación de cumplir con la legislación humanitaria internacional y de respetar los derechos humanos, incluida la libertad de prensa y de expresión».
Entre los más reticentes a esa declaración, apoyada por EEUU, estarían Rusia y China, dos de los miembros permanentes del Consejo y con derecho de veto que de manera general son reticentes a inmiscuirse en cuestiones que consideran asuntos internos de un país.
Tras este fracaso en las negociaciones y después de la «masacre» del pasado viernes en Siria, Human Rights Watch (HRW) pidió hoy en un comunicado al Consejo de Seguridad que actúe y tome medidas para proteger a la población siria.
«El Consejo de Seguridad debería condenar los ataques perpetrados por el Gobierno sirio, apoyar una investigación internacional de los mismos y aplicar sanciones a quienes ordenan disparar y torturar a los manifestantes», indicó el portavoz de HRW, Philippe Bolopion.
Además, consideró que «los países que se oponen a dar esos pasos deberían explicar por qué creen que la persecución diaria de manifestantes sirios no merece captar la atención del Consejo de Seguridad».