El ex general serbo-bosnio y presunto criminal de guerra Ratko Mladic ha amenazado a su llegada a la prisión del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) con llevar a cabo una huelga de hambre si éste no atiende todas sus exigencias, entre ellas atención médica y ayuda para pagar a su abogado, según informa este lunes el diario serbio ‘Blic’.
«Cometí el error de mi vida al no haberme suicidado, pero dado que estoy aquí, reclamo que cumpláis mis peticiones y me deis una atención médica adecuada, un abogado y permitáis a mi familia visitarme», habrían sido los términos en los que, según ‘Blic’, se expresó Mladic tras llegar a La Haya extraditado por Belgrado la semana pasada.
«Si no lo hacéis, dejaré de tomar medicamentos que llevo conmigo así como la comida que me traéis», advirtió el ex comandante serbo-bosnio, acusado de crímenes de guerra y genocidio por su papel entre otros en el asedio de Sarajevo y la masacre de Srebrenica.
Según el diario, Mladic ha pedido al TPIY que le dé ayuda para poder pagar a su abogado, ya que él carece de medios, y si no la recibe se pondrá en huelga de hambre.
Salud delicada
Por otra parte, ‘Blic’ afirma que Mladic no tiene cáncer, después de que la semana pasada su abogado en Serbia publicara un informe médico en el que se señalaba que había padecido esta dolencia en 2009 y fue sometido a quimioterapia.
Según el rotativo serbio, el mal estado de salud del ex general serbo-bosnio se debe a los dos infartos cerebrales que sufrió, el primero en 1996, del que fue tratado en el Hospital Médico Militar. En 2008 sufrió otro y él mismo se aplicó la misma terapia que en el anterior sin consultar con los médicos, según la fuente consultada por ‘Blic’.
Los sospechosos de crímenes de guerra serbios que se encuentran en la prisión del TPIY han pedido que se envíe un equipo de facultativos a La Haya para examinarles. El ministro de Sanidad serbio, Zoran Stankovic, ha señalado al diario que se está estudiando esta petición.
«Estamos intentando preparar un equipo especializado de médicos adecuado, ya que los sospechosos de crímenes de guerra padecen distintas enfermanedades», ha explicado el ministro, que no considera que haya problemas en que médicos serbios trabajen junto a médicos holandeses.