Miles de soldados leales al líder libio, Muamar Gadafi, están avanzando hacia la ciudad de Misrata, en el oeste de Libia, donde los bombardeos de este miércoles han causado la muerte de diez rebeldes, según un portavoz de los sublevados.
El ejército de Gadafi reacciona así a los constantes ataques de la OTAN, el último este martes cerca de la residencia del líder libio. Gadafi, que salió ileso de los ataques, dijo que seguiría en la ciudad de Trípoli vivo o muerto. A pesar de que líder de Libia saliera con vida, varios de sus familiares han muerto según dice Aisha Gadafi, la hija de Muamar Gadafi. Aisha ha presentado una denuncia por «crímenes de guerra» contra la OTAN por la muerte de cuatro miembros de su familia, incluidos su hermano Saif al Arab Gadafi y su propia hija.
La denuncia fue presentada este martes ante la Fiscalía de Bruselas por un abogado francés de Aisha Gadafi, Luc Brossollet, quien se ha trasladado a la capital belga con este motivo, según informó este miércoles el corresponsal en París del diario británico ‘The Guardian’.
Concretamente, Aisha Gadafi ha acusado a la OTAN de la muerte de su hermano Saif al Arab (de 29 años) y de tres nietos del líder libio –entre ellos su hija Mastura, de cuatro meses de edad– durante un ataque aéreo efectuado el pasado 30 de abril por la Alianza contra el complejo residencial de Gadafi en Trípoli.
A juicio de Aisha Gadafi, el ataque en el que murieron sus familiares constituye un «crimen de guerra», dado que el objetivo del ataque aéreo no fue un centro de mando del Ejército, sino un «edificio civil habitado por civiles», concretamente por la familia de Gadafi, según se lee en la denuncia.
Por ello, en la denuncia se reclama a los fiscales de Bruselas (sede central de la OTAN) que «descubran, identifiquen y castiguen a los responsables de estos homicidos y a sus cómplices».