Al menos 30 personas, la mayoría trabajadores sanitarios, murieron y unas 45 quedaron heridas en un atentado suicida cometido contra un hospital en la provincia de Logar, en el este de Afganistán, informó una fuente oficial.
Según dicha fuente, el ataque se produjo mediante un coche bomba y la deflagración destruyó casi por completo el hospital provincial en el distrito de Zra.
«Entre la treintena de muertos hay niños, mujeres y muchos trabajadores del centro sanitario», precisó el portavoz provincial, Din Mohamad Darwish, que añadió que las autoridades aún están buscando víctimas entre los escombros.
El jefe de policía de Logar, Ghulam Sakhi, afirmó que aún se está investigando el atentado, pero que se sabe «que han muerto decenas de civiles que estaban dentro del hospital».
Las autoridades aseguraron que un edificio oficial anexo al centro sanitario también resultó muy dañado por la explosión.
Los talibanes lo niegan
Aunque la versión oficial apunta a una acción de los talibanes, un portavoz de los insurgentes afganos negó que fuera obra de ellos. «No asumimos ninguna responsabilidad por este ataque que ha matado a decenas de civiles inocentes», afirmó el portavoz Zabiulá Muyahid, que añadió que no fue un atentado suicida pero sin revelar cómo tenía esa información.
«Para nosotros está claro que es una acción realizada por invasores extranjeros que acusan a los talibanes para facilitar el traspaso de la seguridad del país a las fuerzas de seguridad afganas», dijo Muyahid.
Este es el segundo atentado con el que los insurgentes afganos niegan tener ninguna relación en las últimas horas.
Este viernes por la tarde, un ataque acabó con la vida de al menos nueve civiles, entre ellos una niña, y un policía cuando una bicicleta bomba estalló frente a un puesto de helados en el distrito de Khanabad, en la norteña provincia de Kunduz.
Estos dos atentados, que se han cobrado la vida a decenas de civiles, se han producido solo días después de que EEUU anunciara su plan para el inicio de retirada de las tropas, que prevé la salida de 33.000 soldados estadounidenses en los próximos 15 meses.