Antonio Planas, el piloto mallorquín que ha fallecido este martes por la noche en el atentado perpetrado por la insurgencia talibán contra el hotel Intercontinental de Kabul, tenía previsto dormir esta misma noche en Palma para despedirse de su mujer y su hija de nueve años, antes de trasladarse a Dubai para comenzar a trabajar a partir del 1 de julio en una aerolínea en este país asiático. El último balance de víctimas divulgado por las autoridades afganas habla de 16 muertos, seis talibanes y diez civiles.
Así lo ha explicado en una comparecencia ante los medios el portavoz de la familia, Bernardo Castell, quien ha detallado que en el momento del atentado terrorista, Planas, de 49 años, se encontraba en el hall del Hotel Intercontinental, pendiente de trasladarse al aeropuerto de la capital afgana, para volar hacia Palma, vía Frankfurt y Madrid, coincidiendo con su último día de trabajo con la aerolínea turca Saga.
En esta línea, ha detallado que llevaba casi un año trabajando para esta aerolínea, después de hacerlo para Air Comet, de forma que pilotaba un Airbus 310 que hacía la ruta Turquía-Frankfurt-Kabul con la que hace un mes estuvo trasladando durante veinte días al presidente afgano, Hamid Karzai.
De este modo, ha indicado que Planas, quien tenía el título de piloto de aviación desde hace sólo ocho años, había decidido abandonar la aerolínea turca, después de recibir una mejor oferta laboral de una compañía de Dubai. Por ello, había dado quince días a Saga, si bien esta compañía le había pedido que permaneciera quince días más, que se agotaban este mismo martes.
«Llevaba la aviación en las venas, ya que era su pasión», ha subrayado el portavoz de la familia, quien ha señalado que ha sido el embajador de España en Afganistán el encargado de comunicar la noticia del fallecimiento de Planas a su mujer. Por su parte, la directora general de la Asociación de Víctimas del Terrorismo le ha informado de que la repatriación del cuerpo se llevará a cabo en 72 horas.
Estrella Digital/EP