El ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss Kahn ha dado instrucciones a sus abogados en Francia para que inicien acciones ante la justicia por denuncia calumniosa, después de que este lunes se supiera que la escritora y periodista, Tristane Banon, va a presentar una denuncia en su contra por intento de violación en 2003.
Según han explicado Henri Leclerc y Frédérique Baulieu, los abogados de Strauss-Kahn, en un comunicado, después de que éste «haya conocido la intención de Tristane Banon de presentar una denuncia en su contra» y dado que los hechos que menciona son «imaginarios», les ha encargado «redactar una queja por denuncia calumniosa contra Banon».
En declaraciones al ‘Le Nouvel Observateur’, Leclerc ha explicado que su cliente considera «esta denuncia se produce en un momento muy oportuno para la demandante, en un momento en el que el carácter falaz de las acusaciones de las que ha sido objeto en Estados Unidos ya no genera ninguna duda».
El abogado de Banon, David Koubbi, había anunciado esta mañana que ésta «presentará una denuncia el martes en París por intento de violación». En una entrevista concedida a ‘L’Express’, ha subrayado que su cliente «ha sufrido realmente de lo que acusa a Strauss-Kahn, eso significa que el derecho, en su calidad de víctima, está abierto» y de ahí el que vaya a exigir «su reparación ante la justicia francesa».
«Estos hechos no constituyen una agresión sexual sino un intento de violación, por el cual el plazo de prescripción es de diez años», ha resaltado el abogado, asegurando que «lo que está pasando en Estados Unidos no nos afecta». «Si el acta de acusación contra Strauss-Kahn está vacía, la nuestra no lo está, es muy sólida y sustentada», ha dicho.
Strauss-Kahn fue detenido el pasado 14 de mayo en Nueva York tras haber sido denunciado por agresión sexual y violación por una empleada del hotel en el que se había alojado. El viernes pasado, el juez encargado del caso dictaminó su puesta en libertad sin fianza –estaba bajo arresto domiciliario–, después de que los fiscales admitieran que la demandante había mentido en algunos puntos del caso, que podría finalmente desestimarse.
Banon rompe su silencio
Por su parte la joven, de 32 años, ha explicado esta tarde, en una entrevista al citado medio, los motivos que le han llevado a denunciar ahora los hechos ocurridos en febrero de 2003 cuando realizaba una entrevista a Strauss-Kahn para un libro.
«No puedo seguir escuchando que soy una mentirosa porque no he denunciado. Desde hace ocho años, llevo esta historia sola, escucho rumores, mentiras sobre mí. Desde el 14 de mayo, se decidió lo que quería decir mi silencio y se interpreta cada palabra de mi abogado sin ni siquiera escucharme», se ha quejado la escritora, hija de una dirigente del partido socialista, al que pertenece Strauss-Kahn.
En una entrevista que se publicará mañana y de la que la revista ha adelantado algunos extractos, Banon asegura que la situación se ha hecho «insoportable» y que le «enferma» ver que Strauss-Kahn ha salido en libertad.
Según relata, el día en que se produjeron los hechos el ex director del FMI le propuso sentarse en un canapé y, tras parar su grabadora, le cogió de la mano y luego el brazo cuando intentó marcharse. «Le dije que me dejara y fue entonces cuando comenzó la pelea», ha añadido, según los extractos publicados.
«Sólo deseo una cosa, que regrese a Francia con su presunción de inocencia para que vayamos delante de un tribunal», ha confiado Banon, asegurando que el ex secretario general del Partido Socialista François Hollande, candidato a las primarias en su partido para las presidenciales de 2012, «conocía la historia».
Decisión previa
Por su parte, Koubbi ha insistido en que no ha tenido contactos con «nadie de la derecha» en Francia –Strauss-Kahn era el favorito para ser el candidato socialista a la presidencia en 2012– ni está «a sueldo de nadie». Según afirma, él y su cliente habían tomado la decisión de presentar finalmente la denuncia antes de los últimos acontecimientos en Estados Unidos, «desde mediados de junio».
«Me he tomado el tiempo necesario porque no quería ser instrumentalizado por la justicia estadounidense», ha explicado, expresando su deseo de que la palabra de su cliente no se vincule a la de la demandante en Estados Unidos, una inmigrante guineana, que «aunque haya mentido sobre algunos aspectos, no quiere decir que no haya sido violada».
Cuando se produjeron los hechos, la joven escritora fue disuadida por su madre, una dirigente socialista, para que no presentara una denuncia contra Strauss-Kahn.
Estrella Digital/EP