Los planes de Rupert Murdoch para hacerse con el control del canal de pago BSkyB están cada vez más en la cuerda floja, después de que hoy esa oferta fuese cuestionada por el viceprimer ministro británico, Nick Clegg.
Por primera vez desde que estalló el escándalo de las escuchas telefónicas ilegales del dominical «News of the World», Clegg se distanció del primer ministro británico, David Cameron, al manifestar públicamente su oposición a que el grupo News Corporation, propiedad de Murdoch, adquiera el cien por cien de las acciones de BSkyB.
En una declaración a la prensa, Clegg pidió a Murdoch que haga lo «decente y sensato» y reconsidere su oferta por el canal, del que el magnate ya tiene el 39 por ciento y que ha despertado en el Reino Unido temores de monopolio. «Rupert Murdoch está ahora en Londres tratando de resolver las cosas. Lo que le puedo decir es: ‘Mire cómo se siente la gente con esto, mire cómo el país ha reaccionado con repugnancia a estas revelaciones'», añadió el político liberaldemócrata, en referencia a los pinchazos del «News of the World».
Un portavoz de la residencia oficial de Cameron señaló que Clegg expresó «un punto de vista y tiene derecho a ello», pero dejó claro que el jefe del Gobierno, al que Murdoch apoyó en su campaña electoral, no hará comentarios sobre BSkyB, pues es competencia exclusiva del titular de Cultura, Jeremy Hunt.
Hunt dijo hoy que pedirá a Ofcom (organismo regulador de los medios de comunicación en el Reino Unido) que considere si será necesario remitir la oferta de Murdoch a la Comisión de la Competencia, encargada de establecer si hay algún problema de monopolio. Los expertos temen que Murdoch termine por monopolizar los medios británicos si se le da luz verde a la compra de BSkyB, que cuenta con diez millones de clientes en el Reino Unido y ofrece cadenas de fútbol, noticias y entretenimiento.
En la Bolsa de Londres, las acciones de BSkyB retrocedían hoy un 6 por ciento hasta situarse en 700 peniques, el mismo valor que Murdoch propuso pagar hace un año cuando lanzó su oferta por el canal. Entonces, los analistas consideraron que ese precio infravaloraba el canal y pedían 800 peniques o más por título. En tan solo una semana, sin embargo, las acciones de BSkyB se desplomaron un 17 por ciento y arrancaron alrededor de 2.500 millones de libras (unos 2.800 millones de euros) del valor del canal.
La sombra de las escuchas ilegales
El viceprimer ministro manifestó su oposición a las ambiciones de Murdoch tras reunirse hoy con la familia de Milly Dowler, una niña asesinada cuyo teléfono móvil fue intervenido por el dominical después de que desapareciera en 2002. El escándalo del «News of the World» estalló en 2006, al revelarse que algunos periodistas recurrían supuestamente a los pinchazos para interceptar comunicaciones de famosos, concretamente los mensajes depositados en buzones de voz de teléfonos móviles.
Como parte de la investigación policial, la consejera delegada de News International y directora del «News of the World» en la época de las escuchas, Rebekah Brooks, puede ser interrogada en los próximos días por la Policía, según la prensa. Brooks, de quien muchos políticos han pedido la dimisión pero que es defendida a capa y espada por Murdoch, sería interrogada como testigo y no como sospechosa del escándalo.
Entre otros, fueron pinchados los teléfonos de la actriz Sienna Miller, el ex viceprimer ministro John Prescott o el príncipe Guillermo, lo que dio lugar a que se destapase la trama del dominical sensacionalista. La BBC reveló hoy que en 2007 el rotativo habría pagado a un agente de la seguridad de la Familia Real para obtener los teléfonos de contacto de miembros de la monarquía y sus amigos.
El viernes pasado este caso adquirió nuevas dimensiones con el arresto del exdirector del «News of the World» Andy Coulson, antiguo jefe de prensa del primer ministro, si bien fue puesto en libertad bajo fianza tras declarar en una comisaría de Londres.
Estrella Digital/EFE