El Tribunal Superior de Londres aplazó este miércoles el fallo sobre el recurso presentado en el Reino Unido por el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, contra su extradición a Suecia, país que le reclama para interrogarle sobre supuestos delitos sexuales.
Al término de un proceso judicial de dos días, el juez Thomas indicó, como es habitual en este tipo de casos, que se fijará otra audiencia, en una fecha aún por determinar, para anunciar el fallo.
Clausurando la sesión de este miércoles, el magistrado agradeció sus aportaciones a la defensa de Assange y a la Fiscalía de Suecia y aseguró que el tribunal se «tomará su tiempo para considerar los numerosos argumentos» presentados.
Este miércoles ha sido el turno de la Fiscalía sueca de presentar sus alegatos en favor de la extradición, después de que el martes la defensa del experto informático australiano afirmara que ésta no procede porque hay defectos de forma en la orden europea de arresto.
La defensa argumentó además que los delitos que penden sobre él en Suecia no son equiparables a ninguno punible en el Reino Unido.
La abogada Clare Montgomery, en representación de la acusación, sostuvo este miércoles que Assange es requerido en Suecia porque se le acusa de relaciones sexuales «forzadas y no consentidas», recogidas en tres delitos de agresión sexual y uno de violación contra dos mujeres suecas, supuestamente ocurridos en agosto de 2010.
Según la defensa, estos delitos, tal como los tipifica la legislación sueca, no son reconocidos en el Reino Unido, ya que, por ejemplo, se habla en un caso de «violación menor», término inexistente en la legislación británica.
La defensa sostiene además que las relaciones fueron consentidas.
Según Montgomery, los testimonios de las mujeres -conocidas en la corte con las iniciales «AA» y «SW»- muestran «claramente» que no aceptaron mantener relaciones íntimas con el director de WikiLeaks.
Las dos mujeres describieron un entorno en el que «no consintieron libremente», si bien debieron aceptar las relaciones porque hubo fuerza física o porque se sentían «atrapadas en una posición que no les quedaba otra opción».
«Le dejaron seguir. Esto no es consentimiento. Es coacción», explicó Montgomery, un día después de que la defensa de Assange presentase sus argumentos en contra de la extradición.
La letrada se refirió a una declaración hecha por «AA» en la que afirmaba: «No fue una elección libre. El ya me había maltratado al arrancarme la ropa y romperme el collar».
Las declaraciones muestran unas «relaciones sexuales violentas y bajo coacción», suficientes como para que un tribunal concluya que no hubo consentimiento, explicó Montgomery.
La «integridad sexual» de esta mujer quedó «violada», añadió la letrada.
La defensa de Assange pidió ayer al tribunal que reconozca que las relaciones sexuales fueron bajo consentimiento y que las acusaciones contra él no son delitos extraditables.
Además, la defensa hizo hincapié en que la extradición tiene motivos políticos puesto que el portal ha revelado miles de cables diplomáticos confidenciales del Departamento de Estado de Estados Unidos.
El periodista teme que si es extraditado a Suecia pueda ser entregado después a EEUU, donde podría ser procesado por delito de alta traición e incluso ejecutado por las revelaciones de su portal, que causaron una conmoción mundial.
En caso de fracasar este recurso, presentado el pasado marzo, la defensa de Assange puede apelar ante la Corte Suprema, máxima instancia judicial británica.
El periodista fue detenido el pasado diciembre en Londres después de que las autoridades británicas recibieran la orden de extradición de Suecia.
Assange presentó el recurso después de que un tribunal británico de menor rango, presidido por el juez de distrito Howard Riddle, autorizara su extradición a Suecia al considerar que podrá tener allí un juicio justo.
El fundador de WikiLeaks, que permanece en arresto domiciliario en la mansión de Ellingham Hall, en Norfolk (este de Inglaterra), bajo fuertes medidas de control, organizó el pasado fin de semana una fiesta para sus amigos con motivo de su 40 cumpleaños.
Como parte de las condiciones de libertad condicional, Assange lleva en el tobillo una dispositivo electrónico para localizarle y debe presentarse todos los días en una comisaría local.