Las autoridades de India han rebajado a 17 muertos y 131 heridos el balance de los atentados perpetrados el miércoles en Bombay, según informa la cadena CNN-IBN. El ministro del Interior, Shri P. Chidambaram, ha sido el encargado de actualizar estas cifras, que en las últimas horas se habían situado en 21 víctimas mortales y 141 heridos.
«De los 131 heridos ingresados en 13 hospitales, 26 fueron dados de alta, 82 estaban estables y 23 estaban gravemente heridos. Algunos todavía están críticos», ha precisado el ministro a primera hora de la mañana del jueves.
«En este momento nuestra preocupación primordial es ayudar a los heridos», ha dicho por su parte el ministro principal del estado de Maharashtra –donde se encuentra Bombay–, Prithiviraj Chavan.
Mientras, continúan las pesquisas para esclarecer los detalles de lo sucedido. Los investigadores apuntan a que se habrían utilizado dispositivos explosivos improvisados. Se cree que uno de estos artefactos se colocó en un coche modelo Maruti Esteem, otro en una motocicleta y el tercero en una parada de autobús. Los terroristas podrían haber recurrido a temporizadores para hacer explotar las bombas casi al unísono.
Concretamente, los ataques tuvieron lugar en el bazar Zaveri –conocido por sus tiendas de joyas–, el distrito de Opera House y el barrio de Dadar. La Policía ha interrogado al propietario del Maruti Esteem utilizado para la explosión en el bazar Zaveri.
El comisario de la Policía metropolitana Arup Patnaik precisa que la investigación corre a cargo de la unidad antiterrorista en coordinación con su cuerpo policial.
La ciudad ha sido objeto de otros grandes atentados en el pasado
Bombay sufrió entre el 26 y 29 de noviembre de 2008 un ataque múltiple contra diversos objetivos como hoteles de lujo, una estación de trenes o un centro de rezo judío que causó la muerte de al menos 166 personas.
Aquel ataque, perpetrado por un comando de diez terroristas, fue atribuido por las autoridades indias a un grupo con base en Pakistán y motivó la congelación de las relaciones entre los dos países vecinos.
El atentado sigue sin ser reivindicado
El Gobierno de la India comenzó este jueves una investigación exhaustiva para esclarecer las circunstancias del atentado múltiple que se cobró la vida de 18 personas en la ciudad occidental de Bombay y que sigue sin ser reivindicado.
El ministro del Interior, P. Chidambaram, que se desplazó el jueves por la noche a la capital financiera india, admitió este jueves ante la prensa que las agencias de inteligencia no tenían información acerca de planes para atentar en Bombay.
Chidambaram compareció ante los periodistas acompañado del jefe de Gobierno regional, Prithviraj Chavan y reiteró que la cadena de explosiones en tres zonas del centro y sur de la ciudad fue un «ataque terrorista coordinado».
«Investigaremos a todas las organizaciones terroristas hostiles a la India y las indagaciones no partirán de suposiciones previas», añadió el ministro, que, no obstante, matizó que las primeras pesquisas apuntan a «un grupo pequeño».
Las autoridades indias se muestran por el momento cautas en la atribución del ataque, aunque fuentes policiales anónimas han señalado como posibles responsables a las organizaciones «Lashkar-e-Toiba» e «Indian Muyahidin», algo habitual en estos casos.
Chidambaram situó en 18 el número de muertos en el atentado -17 cadáveres más una cabeza no identificada que se ha recuperado en uno de los escenarios de las explosiones- y en 131 el de heridos, 23 de los cuales se encuentran en estado grave.
También tiene previsto desplazarse a Bombay para visitar a las víctimas el primer ministro, Manmohan Singh, según medios locales.
Las explosiones se registraron en tres puntos distintos de la populosa urbe; dos de ellas en el sur, una en un mercado de joyas y otra cerca de un teatro de ópera, mientras que la tercera deflagración tuvo lugar en las inmediaciones de una céntrica estación de trenes.
El ataque se produjo en zonas muy concurridas y en una hora de la tarde de máxima afluencia, tanto de trabajadores que volvían a sus casas como de ciudadanos que transitaban por las zonas comerciales.
Pocas horas después de las deflagraciones llegaron a Bombay equipos de investigación policial especializada desde la capital, Nueva Delhi, y desde la cercana ciudad de Pune.
El ministro de Interior desveló que las primeras pesquisas han permitido descartar el uso de detonadores por control remoto y que las bombas, en las que se utilizó nitrato amónico como explosivo, presentaban «cierto nivel de sofisticación».
Según fuentes policiales citadas por el canal indio NDTV, los terroristas usaron teléfonos móviles como detonadores y cerca de un kilogramo de explosivo.
Dos de las bombas, las colocadas en el sur de Bombay, tenían una fuerte carga explosiva -la situada cerca de la ópera abrió un cráter de cerca de 70 centímetros-, mientras que la tercera fue de menor intensidad.
El atentado múltiple del pasado miércoles avivó el recuerdo del ataque de noviembre de 2008 perpetrado por un comando de diez terroristas, que causó la muerte de 166 personas y fue atribuido por las autoridades indias al grupo «Laskhar-e-Toiba», con base en Pakistán.
Al ser preguntado sobre si el objetivo del ataque era boicotear la inminente reanudación del proceso de diálogo formal con el vecino Pakistán, Chidambaram respondió que las autoridades no excluían «ningún ángulo».
El analista de defensa Deba Mohanty dijo a Efe que «no se puede asegurar al cien por cien que el atentado tenga que ver con las relaciones bilaterales con Pakistán, pero parece muy probable que sea así, que algún grupo quiera influir en el rumbo del país».
«La reacción que tengan las autoridades indias ante este atentado puede ser muy significativa no sólo para esas negociaciones, sino para la política exterior y la seguridad de la India en los próximos años», añadió Mohanty.