La multimillonaria francesa Liliane Bettencourt, heredera de L’Oréal, debe 30 millones de euros por evasión fiscal, según las conclusiones de un primer control de la Hacienda de su país que es todavía incompleto porque falta la revisión de dos años, revela hoy el semanario «Marianne».
Una vez que se complete el examen de lo que no declaró a los impuestos para los ejercicios 2008 y 2009, el monto de la deuda fiscal podría acercarse a 50 millones de euros, destaca el semanario, que denunció la «increíble complacencia» de la que la Bettencourt se benefició durante años de diferentes gobiernos.
Según los documentos de la administración fiscal en los que se sustenta la información, Bettencourt tendrá que abonar 17.639.774 euros por los años 2004 a 2007 a cuenta de impagos del impuesto sobre la fortuna.
Se explica en primer lugar por no haber declarado 119 millones de euros que tenía en cuentas en el extranjero (en bancos suizos pero domiciliadas en paraísos fiscales como Singapur y Liechtenstein).
Hacienda también ha incluido en la base imponible para el cálculo del impuesto sobre la fortuna de la octogenaria su propiedad de la isla de Arros en las Seychelles, que ha valorado en 37,1 millones de euros, a los que se suman 20 millones para su mantenimiento.
En esa misma cuenta están otras propiedades y en particular la mansión española de los Bettencourt en Formentor (275 metros cuadrados habitables en un terreno de 2.000 metros cuadrados), que sólo habían valorado en 255.966 euros cuando el fisco francés ha elevado su estimación a 9.923.624 euros más.
Lo mismo con la mansión de l’Arcouest en Bretaña, que sólo había valorado en 827.005 euros pero que para Hacienda vale 3.170.294 euros suplementarios.
Y con la sociedad inmobiliaria Sebor que agrupa el domicilio principal de la familia, un palacete en la ciudad de Neuilly (limítrofe de París y residencia de muchos millonarios), y un apartamento en la capital francesa.
Todos esos elementos significan que la base imponible para el impuesto sobre la fortuna debería haber sido de 143,1 millones en 2004, de 139,3 millones en 2005, de 149,7 millones en 2006 y de 170,3 millones en 2007.
El control del impuesto sobre la renta y del llamado «escudo fiscal» también ha puesto en evidencia que a cuenta de 2006 y 2007 tendrá que pagar mas de 11,3 millones de euros.
Los servicios fiscales también están sometiendo a control la sociedad Tethys, que recibe los dividendos de L’Oréal a Bettencourt y Clymène, que gestiona los bienes de la que se considera la tercera fortuna de Francia.
Y sólo por el año 2007, en espera de exámenes en detalle, sobre todo de los ejercicios de 2008 y 2009, reclama 736.885 euros a Tethys.
Los diversos escándalos en los que la multimillonaria ha aparecido en los medios de comunicación costaron el puesto hace un año al entonces ministro del Presupuesto (con competencias fiscales), Eric Woerth, y a su mujer, que trabajaba en la gestión de la fortuna de Bettencourt.