La principal opositora birmana, Aung San Suu Kyi, se entrevistó este lunes con el ministro de Trabajo, Aung Kyi, en una casa gubernamental de Rangún, en el primer contacto oficial entre el nuevo Gobierno y la Nobel de la Paz, informaron fuentes de la disidencia. Como es habitual, el régimen promilitar birmano no ha explicado el contendido de las conversaciones ni su finalidad.
La reunión a puerta cerrada se produce unos días después de que la secretaria de Estados norteamericana, Hillary Clinton, dijese que Birmania (Myanmar) tiene que ganarse la confianza de la comunidad internacional con avances democráticos y el excarcelamiento de todos los presos políticos.
El pasado 30 de marzo, la Junta Militar traspasó el poder a un Gobierno civil formado en su mayoría por exgenerales, como el primer ministro, Thein Sein. Suu Kyi, de 66 años, ha vivido bajo arresto domiciliario 15 de los últimos 21 años por pedir de forma pacífica reformas democráticas en su patria.
Actualmente, la Nobel de la Paz prepara una gira política por el país mientras combate en los tribunales la ilegalización de su formación, la Liga Nacional para la Democracia, en 2010. Las autoridades birmanas han señalado a Suu Kyi en varias ocasiones este año a través de los medios de comunicación del Estado que debe renunciar a sus pretensiones políticas.
La popularidad de Suu Kyi en Birmania es tal que si el país celebrase elecciones libres y justas saldría ganadora, como sucedió en 1990, aunque ese resultado nunca fuera reconocido. Los militares derrotados no volvieron a confiar en las urnas hasta 2010, cuando tenían todas las garantías de que en esa ocasión la mayoría absoluta sería suya.